Sinclair y Garibaldi esperan la llegada de una nave, portando el cuerpo de Branmer, el general minbari que dirigió el ataque en la Línea. Branmer murió en una misión diplomática y su nave está en ruta a casa, deteniéndose a lo largo del camino para permitir que la gente le presente sus respetos. La nave (un crucero minbari, de la misma clase del que Sinclair combatió en la Línea) llega a través de la puerta de salto.

En el Zócalo, Ivanova se toma un descanso. Talia Winters llega y se sienta al otro lado del bar de ella. Mientras tanto, una muchacha en ropas andrajosas roba una joya de un vendedor. Es descubierta y huye, y entonces se derrumba en el suelo, inconsciente. Talia e Ivanova se apresuran a su lado. Es una telépata, dice Talia.

La nave minbari se acerca la estación. Los escáners indican que lleva las troneras abiertas, armado para una lucha. El capitán se niega a explicar, pero Delenn llega al centro de mando justo a tiempo de explicar que es simplemente un modo de honrar a un gran líder militar.

En Medlab, el Dr. Franklin informa que la muchacha aparece normal salvo unas lecturas excepcionalmente altas del EEG. Talia explica que la chica era una telépata latente, cuyos poderes se activaron de repente, probablemente debido a la pubertad, y su mente fue incapaz de cubrirse ante la súbita irrupción de pensamientos extraños. Talia se ofrece a notificar el Cuerpo Psíquico para que puedan enviar un representante, pero Ivanova presenta objeciones.

Una procesión llevando la urna de Branmer sube a bordo. Neroon, el segundo de Branmer al mando, saluda a Sinclair y Delenn. Ivanova y Garibaldi lo llevan a la capilla ardiente que han preparado para exponer el cuerpo de Branmer. Delenn comenta a Sinclair que tal exposición es algo muy fuera de lo corriente, pero que los Jinetes Estelares, el clan de Branmer, insistieron en ello. Parece perturbada.

Ivanova llega al MedLab en el momento que la muchacha despierta. Cuando recobra la conciencia, está casi abrumada por los pensamientos de otras personas cercanas, pero Talia le enseña cómo bloquearlos. Según Talia, que no podía evitar recoger los pensamientos de la muchacha, su nombre es Alisa Beldon, y sus padres están muertos. Ivanova y Talia argumentan sobre quién tiene jurisdicción sobre Alisa, e Ivanova jura que Alisa no saldrá de la estación si puede ayudarla.

Neroon no permite que los hombres de Garibaldi guarden el cuerpo de Branmer hasta la ceremonia de la exposición. Insiste en guardias minbari. Empieza a irritar a Sinclair sobre la Línea, pero Delenn corta la conversación. La ceremonia procede normalmente hasta que se abre la urna. ¡El cuerpo de Branmer ha desaparecido!

Sinclair ordena a Garibaldi empezar una investigación. Neroon amenaza con ir a la guerra por el asunto, reivindicando que el último incidente implicando a un líder minbari, la muerte de Dukhat (a lo que Garibaldi responde que fue un trágico accidente) fue la causa de la última guerra. Es desairado por Delenn, que dice que ningún clan tiene el derecho de dictar la política minbari. Después de que Neroon y Delenn salen, Ivanova le habla a Sinclair sobre Alisa. Sinclair dice que respaldará cualquiera decisión que tome Ivanova.

Más tarde, Sinclair visita a Delenn. Delenn le dice a Sinclair que Branmer era originalmente un sumo sacerdote de la casta religiosa. Cuando empezó la guerra santa contra la Tierra, Branmer sintió que su obligación era ir a batallar. Creía que la causa minbari era justa, pero obedeció la orden de rendición cuando llegó. Otro líder de la guerra, Sinavil, se suicidó en lugar de obedecer el orden, y muchos de la casta militar están grandemente resentidos sobre la rendición. Sinclair hace notar que Neroon es uno de ellos; parece dispuesto a todo para tomarse la revancha.

En MedLab, Alisa se prueba nuevas ropas, cortesía del Cuerpo Psíquico, mientras Talia le dice que el Cuerpo la cuidará bien, una vez se una a él. Ivanova llega y contraataca con la historia del tratamiento de su madre.

Neroon intercepta a Garibaldi en un corredor. La investigación no tiene éxito hasta ahora. Un ayudante llega corriendo, con un pedazo del ropaje funerario de Branmer. Dice que se encontró cerca de los alojamientos de los pak´ma´ra, los comedores de carroña.

Garibaldi y Neroon interrogan a un pak´ma´ra, que afirma desconocer la desaparición del cuerpo de Branmer. Convencido de que el alienígena esconde algo, Garibaldi ordena que se haga un lavado de estómago a todos los pak´ma´ra.

Na´Toth le ofrece un trato a Alisa: una vida regalada en el mundo hogar narn, a cambio de muestras periódicas de tejido. Intentando tener un vislumbre de la vida en Narn, Alisa se asoma a la mente de Na´Toth, y siente repulsión; es fría, alienígena. Franklin sugiere que tenga eso en cuenta mientras considera la oferta.

El Dr. Franklin informa a Garibaldi que el análisis de los contenidos de los estómagos de los pak´ma´ra era negativo: ninguno había almorzado minbari recientemente. Neroon, furioso de que Garibaldi derrocha su tiempo lavando estómagos alienígenas, amenaza con que su nave destrozará la estación si Garibaldi no puede solucionar el misterio.

Las pruebas revelan que Alisa es por lo menos una P10, lo que le hace bromear que le dará probablemente más valor a ella para los narn. Ivanova advierte Alisa en contra del ofrecimiento narn, citando evidencia de que los narns mantienen alienígenas como esclavos, y es probable que lo hagan con Alisa una vez esté en sus garras. Talia, una vez más, sugiere el Cuerpo Psíquico, provocando un acalorado argumento con Ivanova; Alisa las interrumpe y dice que quiere conocer todas sus opciones.

Ivanova lleva a Alisa a visitar a Delenn, que describe los telépatas minbaris. La habilidad psi se considera un raro don entre los minbari, y quienes lo poseen llevan vidas de servicio público, ayudando a la gente que necesita sus talentos. En cambio, el pueblo minbari provee todas las necesidades de los psis. Mientras Delenn habla, Alisa mira en su mente, y para su sobresalto ve una visión: una minbari vestida de blanco que aturde a los guardias ante el ataúd de Branmer, y entonces abre la tapa. Alisa huye de los aposentos de Delenn; Delenn puede sentir claramente que ha sido explorada. Alisa le dice a Ivanova que Delenn sabe lo que pasó con el cuerpo.

Sinclair entra sus aposentos para encontrarlos en desorden. Es atacado desde atrás por Neroon. Los dos luchan; Neroon afirmando que quería investigar un lugar estrictamente fuera de límites. Pero Garibaldi, llegando con Alisa a remolque, afirma que investigó los aposentos de Sinclair con Delenn observando, y saca a Neroon. Alisa le dice a Sinclair lo que vio en la mente de Delenn.

Delenn y un ayudante empaquetan algo en un recipiente de carga cuando Sinclair irrumpe en el área de carga. Es una urna, conteniendo las cenizas de Branmer. Delenn afirma que honraba los deseos de Branmer; él pidió una ceremonia simple, y no querría su cuerpo desfilando como un símbolo de guerra. Ella había planeado hacer pasar la desaparición como un milagro, una transformación del cuerpo de Branmer, para que pudiera tomar su lugar entre los dioses. Ahora Sinclair y Garibaldi está en una posición difícil, ya que han prometido decirle a Neroon los resultados de su investigación. Delenn ofrece un compromiso: se le dirá la verdad a Neroon, pero ella se la dirá.

Neroon está furioso cuando se entera de lo sucedido. Hace voto de llevar una protesta personalmente. Delenn lo detiene, afirmando que si contradice su historia de transformación, los Jinetes Estelares serán destruidos, deshonrados, por el Consejo Gris. Le manda obedecerla, del modo que obedeciste la orden de acabar la guerra, y más aún, disculparse ante Sinclair. Neroon lo hace así, y se sorprende cuando Sinclair ofrece prestar tributo a la valentía y habilidad de Branmer en forma de un mensaje personal al pueblo minbari.

Quizás hubo un poco de sabiduría en permitir que tu pueblo viviera, dice Neroon.

Nos gustaría creerlo así, contesta Sinclair.

Sinclair y Delenn hablan en el Jardín de Piedra cuando Alisa llega y anuncia que se va a vivir con los minbari. Delenn afirma que Alisa ayudará a acrecentar la comprensión y comunicación entre humanos y minbari. Sinclair está de acuerdo.

Alisa ofrece a Ivanova y Talia una despedida emocionada. Talia no está de acuerdo con su decisión, pero admite que Sinclair tiene razón; la presencia de Alisa entre los minbari beneficiará a ambos pueblos.

Sinclair se encuentra con Alisa camino a la nave minbari, y le pregunta si vio algo más en la mente de Delenn. Alisa responde que había otra cosa, una palabra: Crisálida.

Se cerró muy rápido cuando toqué eso, añade ella.

Alisa aborda el crucero, dejando a Sinclair ponderar la importancia de la palabra...

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