Sinopsis

La nueva Alianza tiene problemas. Sus miembros son reticentes a firmar la Declaración de Principios pese a que humanos, narn y centauri ya lo han hecho. Especialmente contrarios son los drazi, amparándose en que nadie puede legislar la moral. Garibaldi­, a solas con Sheridan, considera que no es el momento oportuno puesto que la Alianza todavía no supone nada, y una demostración de fuerza sería ideal para terminar de convencer a todos los mundos de la conveniencia de la Declaración.

En el mundo Enfili se recrudecen los ataques de piratas espaciales, por fortuna para ellos, un ranger ha conseguido infiltrarse para estudiar la situación e informar a la Alianza.

Garibladi propone a Sheridan otra idea, ya que los telépatas rebeldes se han refugiado en la estación una buena forma de hacerles pagar el alquier por su estancia sería pedirles que prestaran servicios de espionaje para la Alianza. Sheridan es reticente pero accede a que al menos Garibaldi­ haga su proponga a los telépatas, sin embargo, Byron­ la rechaza de plano, han sido durante mucho tiempo servidores de otros y no están dispuestos a serlo más.

Llega a Babylon 5 un Estrella Blanca destrozado con el ranger que ha investigado los sucesos de Enfili. Con el Estrella Blanca averiado y el ranger en coma, sólo un telépata puede averiguar lo que oculta en su mente, Lyta se encarga del trabajo, pero además de los datos, también se encuentra con el alma del ranger, que ya muerto, se desprende de él.

Para la Alianza los Enfili son un problema pequeño. Por pura ética no puede dejar de ayudarles, porque además se han unido a la Alianza Interestelar, pero no resultan lo bastante importantes como para desplegar una gran flota. Sin embargo, Delenn aconseja a Sheridan que actúe con toda contundencia, que envíe a toda la flota de Estrellas Blancas para dejar claro que nada ni nadie puede atacar a un aliado sin que el resto reaccione de inmediato. Sheridan lo hace así y además informa a los drazi, puesto que Enfili es limítrofe con su área de influencia, aunque nunca han demostrado mayor interés por el planeta.

Garibaldi­ sigue con su idea respecto a los telépatas, y se lo plantea a Lyta, pero con muy poco tacto. Ella, todavía traumatizada por la experiencia con el ranger no se lo toma demasiado bien pero accede a hablar con Byron­. Durante la entrevista, Byron­ envuelve a Lyta con su retórica, revelándole parte de su pensamiento y las razones que él y su grupo tuvieron para escapar de la Tierra. Respecto al plan de Garibaldi­, sigue negándose, aunque finalmente accede a que dos de los suyos ayuden a Sheridan en lo posible. Pero además hace una revelación sorprendente obtenida en un encuentro casual con el embajador drazi. Son los drazi quienes arman y apoyan a los piratas, y sabido el ataque de los Estrella Blanca, les han preparado una emboscada con su propia flota.

Una vez conocidos los planes de los drazi Sheridan cambia de táctica y adelanta el ataque a los piratas, que son barridos del espacio, y dispone la flota para que cualquier otro atacante de Enfili, en este caso la flota drazi que se dirige a apoyar a los piratas, sea igualmente destruido. Los planes de los drazi son descubiertos ante la asamblea, se permite a los drazi retirarse sin plantear batalla y ante la demostración de que todos ellos están bajo el paraguas de la Alianza se avienen a firmar la Declaración. Pero todo no podía salir bien, en el último minuto a G´Kar se le ocurre una nueva y más precisa redacción y corre como loco de acá para allá para convencer a los embajadores de que deben firmar de nuevo la nueva versión.

Lyta, interesada por las ideas de Byron­, vuelve a encontrarse con él.

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