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Hacia los orígenes de la ciencia-ficción Latinoamericana, 23
LITERATURA VANGUARDISTA EN BOLIVIA. EL OCCISO DE MARÍA VIRGINIA ESTENSSORO
por Gastón Germán Caglia

Tiempo estimado de lectura: 3 min 29 seg

Fue como un despertar. Un despertar de sueño clorofórmico. Un despertar que venía de la nada, una nada hecha de pesadilla y de opresión.

María Virginia Estenssoro
María Virginia Estenssoro

Hace un tiempo ya que no hablo de escritoras. María Virginia Estenssoro (La Paz, Bolivia, 2 de julio de 1902 – Sao Paulo, Brasil, 1970) fue una de esas que supo romper con muchos tabúes en su época. En 1957, por cuestiones políticas se radica en Brasil donde fallece en 1970.

De una naturaleza culta a la vez que audaz, se casó con un europeo que decían era noble. A los pocos años de celebrar ese matrimonio regresa a su patria divorciada y con un niño. Gustaba de desafiar las convenciones conservadoras de la época. Fumaba en público y su pluma filosa, que se publicaba en distintos medios de Bolivia, no pasaba desapercibida.

En 1937 publica una obra que podemos definir de inclasificable. EL OCCISO es un breve volumen con tres relatos y un puñado de páginas, no más de 50, que provocaron un escándalo en su Bolivia natal al momento de su publicación. Tenía 35 años y ese fue su único libro publicado en vida. Parte del escándalo se debe a que se lo dedica a la memoria de su compañero fallecido en un trágico accidente, Enrique Ruiz Barragán.

EL OCCISO

EL OCCISO se agotó de inmediato dado que tocaba un tema tabú, el amor fuera del matrimonio, un aborto provocado, voluntario, y lo que en definitiva se leyó como un recorrido biográfico más que una obra de ficción.

Para comprender un poco mejor vamos a dotar de contexto al tema. La literatura andina bebe mucho de los relatos orales, no es un dato menor ni menos importante que de esta región se recupera el que quizás fue el primer relato de ciencia-ficción americano, más precisamente precolombino. Ya hemos hablado de EL JOVEN QUE BAJÓ DEL CIELO [1].

Por ello el cuento teñido de tradición oral, más que la novela, dedicada a fomentar y cimentar los nacientes estados nación, fue el género que supo captar la atención del mundo fantástico y por añadidura de la ciencia-ficción. Empero este mundo fantástico, relatado en forma de cuentos, se nutre de una naturaleza salvaje inmersa en el mundo andino del llano pero también de la altiplanicie y las montañas, sirviendo estos de escenario a la fantasía anclada en la tradición oral y las costumbres indígenas.

Sin embargo hay excepciones a esa tradición oral anclada en lo tradicional. Así podemos recuperar un relato de Adela Zamudio ya comentado[2], el Aleph borgeano de Zamudio. En EL VÉRTIGO se narra la historia de un grillo que enloquece.

O más acá en el tiempo EL DIAMANTE , de Antonio José de Sainz (1893-1959), publicado en 1957 pero escrito a principios del siglo XX, momento en que se luce tanto en prosa como en poesía.

EL DIAMANTE relata la situación de un hombre que poseía un diamante que tenía la virtud de producir placer y alegría en quienes lo miraban, pero no en quien lo poseía.

Luego llegaría la Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay ocurrida entre los años 1932 y 1935 y con ella una sangría que deja profundas huellas en la identidad boliviana. Su saldo: 60.000 muertos bolivianos y 30.000 muertos paraguayos. Producto de tanta muerte y dolor llega SANGRE DE MESTIZOS: RELATOS DE LA GUERRA DEL CHACO, un libro de relatos escrito por Augusto Céspedes y publicado en 1936. Este libro contiene unos de los mejores relatos de ficción de la época basados en la guerra como por ejemplo EL POZO que narra la trágica experiencia real de la excavación de un pozo en busca de agua por los soldados bolivianos. Se sabe que hubo más bajas por la sed que por las armas enemigas.

Por otro lado también en esos años se publica otro inclasificable: PIROTECNIA. ENSAYO MIEDOSO DE LITERATURA ULTRAÍSTA (1936) de Hilda Mundy (Laura Villanueva Rocabado, escritora, poeta y periodista). Una obra que rompe con la tradición literaria realista y social y que también produce un gran revuelo. Como Estenssoro, tampoco volverá a publicar.

Pero regresemos a EL OCCISO. Esta obra de María Virginia Estenssoro fue considerada como una de las pocas producidas en Bolivia dentro de la vanguardia literaria. Cabe destacar que Estenssoro no era desconocida en el mundillo literario de Bolivia, esta autora ejerció un papel importante en las letras bolivianas dado que dirigió y publicó en revistas literarias como Gaceta de Bolivia y Cielos de Bolivia, integró el Ateneo Femenino, fue docente y directora de la Biblioteca del Congreso Nacional, entre otras actividades. Sin embargo su obra no volvió a ser reeditada hasta después de su fallecimiento, en Brasil, hacia 1970.

El último gusano... el último gusano... debía ser de luz, de una luz verde... Ay!!! Y el grito del occiso al terminar, fue un grito de espanto, una convulsión de placer. Fue, como la postrera eyaculación.

Componen el libro lo dicho, tres relatos, EL CASCOTE, EL HIJO QUE NUNCA FUE y el que da nombre al libro, EL OCCISO. Los dos mencionados en primer lugar tienen una estructura más clásica reconocible en cualquier relato, sin embargo la temática es escandalosa, como ya se señaló.

Por otro lado el relato más extraño es EL OCCISO. Si bien no podemos definirlo como estrictamente de ciencia-ficción, sí es un relato escrito en prosa poética que hoy podríamos denominar weird o extraño que enmarca una temática metafísica y ontológica que lo distingue de la literatura realista y social propia de la época.

En su estructura casi poética, con oraciones cortas, tajantes, como diseccionando las ideas a cuchillo, leeremos una historia macabra que desde una visión metafísica rompe con el costumbrismo o realismo social imperante en la época. Su comienzo es lapidario y de una paradoja espeluznante: Una persona que despierta muerto en su ataúd que bien podría representar una realidad espacio-tiempo distinta. Después de todo estar vivo y muerto a la vez traslada la realidad a otro plano existencial.

María Virginia Estenssoro
María Virginia Estenssoro

En definitiva fue tan escandalosa la publicación que enseguida se agotó la tirada de libros que se había producido. Imaginemos por un momento el hecho de que una mujer casi cien años atrás relate que no siente arrepentimiento de su relación con un hombre casado y que aborta un hijo de aquél. Por otro lado EL OCCISO es algo que no se parece en nada a la literatura anterior más centrada en el costumbrismo, la ficción con tintes realistas como la guerra o la remisión a la cultura indígena.

EL OCCISO acaba siendo un relato en el que la distorsión del espacio-tiempo, la forma en que se plasma, es decir como prosa literaria, y la temática propia y extraña adelanta varios años a lo que luego sería el realismo mágico sudamericano.

Pero no hay que quedarse en las formas, Estenssoro utiliza la ficción, lo fantástico y hasta lo grotesco para hablar de lo que en una sociedad patriarcal y belicista estaba prohibido: el papel de la mujer en la vida, sus derechos y lo más importante, sus sentimientos. Sentimientos que serán relatados entre paisajes espectrales y un tanto oníricos para disimular la realidad, para hacer ver el deseo femenino de tener voz, y de parir un nuevo mundo que vendría a descubrir unos años después una nueva sensibilidad y valores.

Para finalizar diremos que su segunda edición fue en 1971 gracias a la labor de sus hijos dedicándola a los mojigatos y moralistas inquisidores de 1937.


Notas
Gastón Germán Caglia
© Gastón Germán Caglia,
(1.259 palabras) Créditos
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