
Sinopsis: Tres gilipollas se pierden en un bosque, se cagan en los pantalones, y no vuelven a salir.
Les estuvo bien empleado.
La verdad es que la película me ha parecido un timo absoluto, y el adjetivo gilipollas define a la perfección la película, el argumento (¡?), los personajes, la realización, y a mi mismo por soltar 800 pelas para ver semejante bodrio.
Por supuesto, críticos e intelectualillos la han puesto por las nubes. Lo que tiene gracia es que la mayor parte de las críticas que he leído se basan en lo experimental que tiene, para decir lo buena que es. Pues no señor. El único mérito que creo que tiene el hacer experimentos, es el supuesto valor para meterse en algo nuevo. Pero eso no es garantía en absoluto de que el resultado sea bueno, ni lo mejora si es malo. Si tu haces una tortilla de una forma nueva y completamente original, y no se la quiere comer ni el perro, has hecho una birria de tortilla que no hay quien se la trague: el carácter de experimental no la hace mas comestible...
Pues eso es lo que ocurre con esta película.
No me voy a meter con que el cuñado de cualquiera, con su videocámara, sea capaz de atinar mejor enfoques y encuadres. No tengo nada en contra de una película rodada en formato de vídeo. Pero, por favor, que cuenten algo.
La peli de la bruja de marras es un disparate de la cabeza a los pies. Nos quejamos cuando vemos una peli made in Jolibud cuyo guión parece escrito con el culo. ¿Por qué esta película, que ni guión tiene, es disculpable en ese sentido? La historia es risible, y cualquier viejo de pueblo se conoce cuentos de miedo que asustan mas. Ese bosque donde se pierden los 3 mendrugos parece un parquecillo de nada, y por otra parte, lo de que metan una guía de supervivencia y un mapa en la mochila creo que no tiene mas sentido que el pretender usarlos como papel higiénico si se les acaban las reservas. ¿Donde se ha visto que alguien se pierda con un río al lado, si basta con seguir la orilla hasta llegar a un sitio civilizado? El problema no es que no tengan poca comida o equipo, es que no juntan un cerebro entero entre los tres.
Y ese final supuestamente terrorífico... Después de marear al espectador durante una hora larga, ni sorpresas ni nada. Justo al principio de la película, un vejete les cuenta la única historia truculenta que se ve en todo el metraje: la del tío de la casa del bosque que mataba a los niños de dos en dos. Tras no mucho rato está clarísimo que así va a ser como va a acabar la peli, y mas cuando van y se encuentran (oh, sorpresa, sorpresa) una casa abandonada en mitad del bosque. Particularmente, yo ya estaba muerto de aburrimiento mucho antes de llegar, y solo me quedé hasta el final para evitar que alguien me pudiera venir con jo, pos te fuiste antes de lo mejor, el final si que daba miedo o algo por el estilo.
Hablando de lo de dar miedo, en particular... Entiendo que la película pueda causar una cierta inquietud a los que son ratones de ciudad de toda la vida, que ya sufren cierta agorafobia si les llevas a Navacerrada. Pero es que esa gente ya lo pasaría mal si los llevas de acampada, sin necesidad de que haya fantasmas, tan solo por la falta de costumbre y el sentirse como peces fuera del agua. Pero el que haya gente que pueda sentirse inquieta no hace que una película sea de terror. Esta no lo es. Cualquier episodio de las antiguas Historias para no dormir del Ibañez Serrador, daba mas miedo y en solo media hora.
En fin, que me ha parecido un petardo total. Lo único que no es imbécil (lo reconozco) es la habilidad de los que han perpetrado este engendro, que con 4 duros y echándole cara en internet se van a llenar los bolsillos.
Menos mal que la vi en un multicine, y al acabar me dio tiempo a volver a la taquilla antes de la siguiente sesión, y sacar una entrada para ver MUMFORD de Lawrence Kasdan, para así quitarme el mal sabor de boca. Eso si que es cine digno de ese nombre, y no la bruja de las narices que así arda en una hoguera, junto con los tres zamburrios protagonistas.
Saludos mosqueados

1- No he visto la película en cuestión, o sea, que todo lo que pueda decir no son más que prejuicios, y lo reconozco.
2- No quise verla porque me conozco y, viendo de qué iba la película, estaba convencido de que mi impresión al salir del cine iba a ser la misma que ha apuntado Gorin por aquí, y me jodería enormemente haberme gastado 700 pelas y haber tenido que aguantar estoicamente las ganas de fumar. Pero claro, esto no es más que un prejuicio y NO quiero que me lo interpretéis como una opinión, que ya daré cuando la vea en vídeo. Incluso no excluyo la posibilidad de que al final me guste, a lo mejor hasta acabo defendiéndola a capa y espada, pero creo que es una posibilidad lo suficientemente despreciable como para desconfiar y ahorrarme el dinero del cine.
Comentario superfluo: no sé vosotros, pero para mí el ver una película en una sala de cine tiene sus pros y sus contras. Si la película me gusta entonces la disfruto muchísimo más que en vídeo (obviously), pero si no entro por la película entonces acabo tan cabreado que mi opinión es mucho peor que si la hubiese visto directamente en video.
3- En este caso no me importa no ver la película en pantalla grande. Se supone que para disfrutarla debes creer que lo que estás viendo es una grabación en vídeo sobre un hecho real, pues qué mejor para hacerlo más real aún que ver UNA CINTA DE VIDEO (deberían distribuirla con adornos como gotas de sangre, suciedad, un poco de barro, y la pegatina de TDK medio despegándose, el título escrito a boli y la caja sin carátula). El cutresonido de la cinta en el cutrealtavoz de la televisión (por supuesto en mono, nada de stereo) y esa nula sonoridad del salón de mi casa le dará el toque final de realismo. Y nada de palomitas y Coca-Cola, una buena cerveza en una mano y un cigarrillo en la otra, que para eso estoy en mi casa. Para disfrutarla más es mejor juntarse unos amigotes (cada uno que se traiga sus cervezas), y empezar la sesión viendo quien farda más de su incapacidad de asustarse con peliculillas, je, je.
La película debe empezar sin copyrights, ni número de expediente, ni títulos de crédito, ni mariconadas por el estilo, debe empezar directa y bruscamente, como cualquier grabación en vídeo, y si no es así ya me encargaría yo previamente de hacer una copia con los dos videos para mutilar la cinta con un nuevo montaje más casero. Una vez que la película ya ha empezado se debe intentar disfrutar al máximo de esos momentos en que alguno suelta ¡Ostias! ¡qué fuerte! ¿habeis visto eso? a lo que el despistadillo de turno, que sin que se entere el anfitrión está intentando quitar la ceniza del cigarrillo que se le ha caído en el sofá, responde ¿Eh? ¿lo cualo? da pa trás..., ¡¡¡joer tío, que des pa trás, que no lo he visto!!! La sala debe estar herméticamente cerrada para poder montarse un submarino a gusto con los humos del tabaco (para que den atmósfera), o con los humos de lo que se traiga cada uno). Así se logra que el nivel de lucidez mental al final de la película sea lo suficientemente precario como para acabar creyéndose de verdad que lo que estás viendo es una grabación real (alguno hasta puede llegar a creerse que está allí).
Si al final puede que disfrute de la película y todo.