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EE.UU. 2001
A finales del siglo XIX, al final de la época victoriana, el famosísimo Jack el Destripador comenzó y terminó sus andanzas en unos meses despanzurrando prostitutas en el West End. El barrio de Whitechapel sufrió una ola de pánico entre su población cuando Liz Stride, Polly Nicholls, Annie Crook y Mary Kelly fueron asesinadas con saña. La figura de Jack el Destripador ha aparecido en numerosas novelas y películas, enfrentandose a Sherlock Holmes o al Comandante Sheridan de Babylon 5. Las teorías sobre la identidad y motivaciones del carnicerito de Whitechapel han sido múltiples y la película DESDE EL INFIERNO cuenta una mas de ellas. Se apuesta aquí por la teoría de la conspiración, la más plausible de todas ellas, nunca demostrada pero muy creíble. Antes de Expediente X estuvo Jack.
El personaje principal es el inspector de Scotland Yard, Frederick Abberline, interpretado en un papel que le viene grande por Johnny Deep. No consigue en ningún momento entrar en el personaje. No resulta creíble en ese rol. No parece un personaje del siglo XIX. Además se aparta mucho del original ya que se le describe como un opiómano visionario. Al menos podrían haber tenido la descendía de maquillarle el tatuaje del dedo índice derecho, que queda anacrónico. Sin embargo su ayudante, el sargento Godley, interpertado por Robbie Coltrane, (GOLDENYE, EL MUNDO NUNCA ES SUFICIENTE, HARRY POTTER Y LA PIEDRA FILOSOFAL) ejerce como un perfecto agente británico, es escocés así que no es de extrañar, y contrapunto del desangelado Deep. Como destacable es la actuación de Ian Holm, (Ash o Bilbo dan fe de sus variados registros) en el papel del Dr. Gull, colaborador de Aberline en su investigación.
Por otra parte la ambientación es excelente. Siempre me ha atraído esa época, por la carga de proximidad y suficiente alejamiento que me producía. Era la época en la que empezaba a destaparse la razón de la ciencia, pero aún persistía la sordidez de la ignorancia. Y además estaba Sherlock Holmes. Aquí se hace una recreación bastante fiel a los grabados y fotografías de la época.
Una película que si no se ha leído el cómic, o se abstrae uno de él, es suficientemente atractiva para no pensar que se han tirado los 5 euros de coste.
