
Hace poco me comentaba Mario Moreno Cortina que le gustaba la Fantasía Épica pero no las novelas que se publican dentro del género. Decía también que, seguro que me perdona la broma, había leído muchas páginas sobre el tema: cinco o seis veces EL SEÑOR DE LOS ANILLOS y otras tantas EL HOBBIT. Bueno, también hacía incursiones en el mundo de las sagas nórdicas pero esto son desviaciones que tampoco hay porque sacar a la luz pública.
En definitiva, opinaba que la mayor parte de las novelas de espada y brujería que se venden es este país son la repetición del esquema poderes del bien luchando contra el mal, encarnados por héroes la mayor parte de las veces ñoños, que al final sólo triunfan por la ayuda in-extremis de algún fabuloso poder representado por un mago, dios o similar. Esto o el simple novelado de un juego de rol con personajes y situaciones estándar.
Recojo aquí esta opinión porque en cierta medida la comparto. Yo he leído algo menos de fantasía épica: solo tres veces EL SEÑOR DE LOS ANILLOS y dos EL HOBBIT y no he realizado incursiones en las sagas nórdicas porque, aunque disfruté mucho con LA ILIADA y LA ODISEA, las traducciones de versos a otros versos que luego no riman me cansan bastante.
He de reconocer también que me leí un tocho de las Crónicas de la Dragolance y ese fue mi gran error: era entretenido pero, como explican los autores en sus notas a pie de página, es una traslación premeditada de un juego a novela y después de sus argumentos y personajes arquetípicos la sensación de visto uno vistos todos era constante cuando ojeaba algún titulo en las librerías. Tras esta experiencia, prácticamente abandoné el género hasta el año pasado.
¿Qué pasó ese año? Pasó que Bibliópolis Fantástica comenzó la publicación de la Saga de Gerald de Rivia del polaco Andrzej Sapkowski. Llegaba precedido de magníficas críticas y gran éxito de ventas en Europa central y como me seguía atrayendo el género me lo compré (lo pedí directamente a la editorial porque, salvando que los libreros también tienen derecho al negocio, son estas pequeñas editoriales las que están animando el mercado con títulos que desprecian las grandes y hay que contribuir a su beneficio) y la compra mereció la pena. Esta saga tiene algunos puntos en común con Canción de hielo y fuego que comenté hace poco en esta sección. Es mucho menor en extensión pero también se compone de novelas inconclusas y al igual que Canción... tampoco recrea un mundo especialmente original, tiene sus matices sí, pero en el mundo de Gerald de Rivia hay una antigua raza de Elfos otra de Enanos incluso una de medianos y una recién llegada raza de humanos que se están quedando con todo ¿Les suena verdad?
¿Dónde reside pues su originalidad?
LA SANGRE DE LOS ELFOS es el tercer volumen publicado y continúa las andanzas de un brujo de pelo blanco conocido como Gerald de Rivia. En este mundo los brujos no son magos, para eso están los hechiceros, sino guerreros mutantes que se dedican a liquidar monstruos, no por alguna elevada misión en la vida o altruismo sino a cambio de una merecida paga. Lógicamente esta interesada profesión no está demasiado bien vista por sus conciudadanos, que sólo soportan su presencia porque el bestiario de Sapkowski recoge todos los monstruos imaginados en la tradición centroeuropea más unos cuantos de su invención, bichos que matan gente, destruyen cosechas y causan infinidad de problemas a los pacíficos habitantes de las diversas ciudades y pueblos. Gerald es pues alguien necesario pero temido y despreciado, y aunque esto no debería importarle demasiado a un brujo carente de sentimientos (le son extirpados durante un duro aprendizaje al que pocos sobreviven), resulta que al final todo el mundo tiene su corazoncito y una vez mas es la construcción de los personajes y el desarrollo coherente de sus conflictos internos, donde reside gran parte del éxito de la obra. Si a esto añadimos que este mundo de elfos, enanos y hombres, es bastante mundano en sus esquemas, encontramos otra de las claves que maneja este tipo de fantasía: Tomo un mundo mágico más o menos ya inventado por otro y, salvando las distancias, le relleno de esquemas de comportamientos muy cercanos al mundo real. ¡Nada de tópicos morales! ¡A luchar con la vida!
Sapkowski lo hace bien, además de aventuras y acción su obra está repleta de refrescantes toques de humor, una bonita historia de amor ni contigo ni sin ti, y algunos otros ingredientes interesantes. Los argumentos carecen de lagunas y el resultado final es sólido. LA SANGRE DE LOS ELFOS es la tercera entrega de la serie y la primera que puede considerarse una novela. Las dos anteriores (que son igual de buenas y en las que como dato interesante, encontramos curiosas versiones de clásicos cuentos de hadas), constan de diversas aventuras sueltas enlazadas por una historia secundaría. En esta comienza a desarrollarse una historia larga con sus reyes, guerras, intrigas y otros aderezos que obligarán a Gerald a enfrentarse a su destino.
Como nota final diré que probablemente existen otras obras de fantasía, igual o mejores que esta, entre los muchos títulos publicados. Como he dicho he leído poco y a fin de cuentas la lucha bien-mal con un mago poderoso de por medio es el esquema de EL SEÑOR DE LOS ANILLOS. Pero si sois amantes de una buena historia de Fantasía y espada leed esta saga.