
Buscando alguna novela que leer este verano y después de haber cogido EL GUARDIAN ENTRE EL CENTENO, que nunca había tenido el gusto de leer, encuentro este libro de Priest. La portada es un anuncio decimonónico de reclamo publicitario acerca de lo que parece la actuación de un mago. Como parece interesante me lo llevo, previo pago todo sea dicho, y en un par de días me lo liquido. Sorprendido es la palabra que más se ajusta a definir mis sensaciones después de leer el tomo.
La trama central consiste en la descripción del enfrentamiento de dos magos ingleses en la época victoriana. Son magos de espectáculo, es decir prestidigitadores. Nada que ver, por tanto con la magia de Potter.
Este enfrentamiento que se produce entre Borden y Angries, los dos magos, no es sólo con respecto a sus trucos mágicos, sino que llega a convertirse en una obsesión para los dos, afectando a sus vidas notablemente.
La aparición de Nicolás Tesla, el científico introductor de la corriente alterna, hará que se produzca un giro hacia la ciencia-ficción, que no habría sospechado que se iba a dar. La estructura narrativa está dividida en tres partes: el presente, en el que un periodista investiga unos supuestos sucesos paranormales, y el pasado, subdividido a su vez en los diarios de Borden y de Angires. Es a través de este último como podemos enterarnos de lo que ha venido ocurriendo siempre. Borden nunca supo lo que aconteció y únicamente será su bisniesto el que averigüe la verdad del enfrentamiento por el Prestigio de ser el mejor mago del país. Incluso si prescindimos de la ciencia-ficción presente, y que justifica la historia, como libro funcionaría perfectamente. Es una delicia ir descubriendo, desde dos puntos de vista diferentes, lo que les ocurre a los personajes. Las miserias que tenemos los seres humanos, la envidia, la hipocresía, el engañarnos a nosotros mismos, las consecuencias de nuestros actos irreflexivos, van dando cuerpo a la trama y mantiene la atención del lector.
Sin embargo pienso que la descripción de la sociedad victoriana incluso la del mundo del teatro, es excesivamente libre. Creo que la moral era mucho mas estricta en la época de referencia que tal y como la describe Priest.
Puedo, no obstante, recomendarla sin ningún tipo de reserva
Iván Fernández Balbuena en C (rv. 08-09-23)
Matt Davies en Lothlórien (rv. 08-09-23)
Juan Raffo en Irreflexiones (rv. 08-09-23)
LA AFIRMACIÓN
EXPERIENCIAS EXTREMAS S. A.
INDOCTRINARIO
LA MÁQUINA ESPACIAL
EL PRESTIGIO
UN MUNDO INVERTIDO
UN VERANO INFINITO