Algo huele a podrido en las estanterías de género fantástico. Quizás es porque las modas nos atacan. Primero fueron los vampiros adolescentes y los chupasangres con chorreras, amén de otros cargados con testosterona como el NOCTURNA de Guillermo del Toro y Chuck Hogan. Ahora el relevo lo han tomado las hordas de muertos vivientes. Los zombies han invadido las estanterías del género fantástico con títulos como APOCALIPSIS ZOMBIE y su segunda parte LOS DÍAS OSCUROS del gallego Manuel Loureiro, las GUERRA MUNDIAL Z y GUÍA DE SUPERVIVENCIA ZOMBIE de Max Brooks, infinidad de antologías de relatos que reciclan cuentos de todo corte y confección y también algunos inventos de dudosa originalidad como el castizo LAZARILLO Z y ORGULLO Y PERJUICIO ZOMBIE (lo último es una adaptación de otro clásico de Austen a lo Cthulhu: SENTIDO, SENSIBILIDAD Y MONSTRUOS MARINOS)
En este mundo editorial tan oportunista parece que hay escritores que se dejan inspirar por las modas. Algo que podría parecer el caso de John Ajvide Lindqvist, cuya adaptación al cine de DÉJAME ENTRAR le ha dado cierta fama mundial. Después de reinventar el cuento de vampiros modernos con su anterior título, ahora Espasa ha publicado su segunda novela en castellano, DESCANSA EN PAZ, donde se avanza una invasión de Estocolmo por cadáveres resucitados en medio de una ola de calor.
Pese a lo que pueda parecer, lo de Ajvide no es oportunismo sino capacidad de profetización. Ambas novelas, la de vampiros y esta historia de muertos vivientes fueron publicadas en su país en 2004 y 2005, respectivamente, por lo que se puede decir que ambas son anteriores a estos fenómenos. No es su única ventaja. Este escritor sueco, que comenzó a ganarse la vida como ilusionista y cómico, ha sabido darle una vuelta de tuerca a los argumentos más explotados del mercado para brillar con luz propia. Fue el caso de DÉJAME ENTRAR, donde apostó por una niña vampiro que tenía enloquecido a un pederasta y a un joven rarito y siniestro por igual, y lo ha vuelto a hacer con este DESCANSE EN PAZ.
Aquí sus zombies para empezar son llamados redivivos por una prensa que procura ser políticamente correcta, ya que el autor nos recuerda —parece que a muchos escritores antes se les pasó por alto—, que los muertos que han tomado las calles tienen familiares dispuestos a defenderles y a pelear por sus derechos. Tampoco son esencialmente violentos, aunque en la historia se ven algunos enfrentamientos, y traen consigo un curioso fenómeno asociado: causan episodios de telepatía en las personas que tienen a su alrededor.
La novela de Ajvide tiene pros y contras. Entre los primeros destaca la narración, muy por encima del nivel habitual en este tipo de relatos, y el acierto del autor a la hora de centrarse en el aspecto social que tendría en un país moderno un fenómeno como el de la resurrección de los cadáveres. No hay ensaladas de plomo, carnicerías, ni persecuciones. Sólo personajes atormentados por que el dolor de perder a un ser querido puede ser aún mayor si el ser querido vuelve a nosotros.
En el lado negativo de la novela está la falta de profundización. Los personajes están trabajados y se desenvuelven con naturalidad, sin embargo los hechos no terminan de llevarnos a ningún sitio. Hay tramas abiertas que se cierran con total brusquedad y otras que ni tan siquiera llegan a hacerlo. El lector amigo de las explicaciones que racionalicen o al menos justifiquen los hechos tendrá un hueso duro de roer aquí, porque no encontrara ninguna de esas cosas y lo más inquietante, ni siquiera se planteara. Hay tipos con bata tratando de averiguar lo que ocurre, por supuesto, pero los políticos parecen más interesados en proporcionarles un hogar que garantice sus derechos que en averiguar cómo demonios existen.
DESCANSA EN PAZ se trata de una de esas novelas bien pensadas y con un autor que sabe desarrollarlas, pero que de pronto parece decir ya es suficiente y nos deja con la palabra en la boca. Al brusco final se suman temas abiertos y apenas tratados como el hecho de que al inicio de la novela, cuando los muertos vuelven a la vida, los aparatos eléctricos dejen de funcionar.
El problema de DESCANSA EN PAZ seguramente sea su mayor ventaja en estos tiempos de modas literarias. Trata de zombies, pero no es una novela de zombies. La historia contiene referencias a sagas como Resident evil, pero aparentemente el autor las nombra sólo para decir: eso es ficción, esto otro que yo os cuento amigos es la realidad.
Ajvide parece a veces uno de esos escritores que se avergüenzan de escribir literatura fantástica y tratan de justificar la temática de sus novelas con relaciones familiares tortuosas, psicologías asfixiantes y reflexiones sobre el devenir del tiempo. En mi opinión cuesta más creer en una discusión entre un padre y su hija cuando los no muertos abren los ojos y te invaden la mente con telepatía.