Poul Anderson (Bristol, Pennsylvania, 1926 - Orinda, California, 2001) De origen escandinavo, esa es la causa de que su nombre se pronuncie entre pole y powl.

Personaje curioso tuvo una existencia apasionante y bastante movida, a semejanza de algunos de sus héroes. Según confesó Poul Anderson: Fuera de mi vida profesional, me gusta viajar, acampar, leer, cocinar, jugar al póquer. Practico la navegación a vela, el alpinismo y soy miembro de la Society for Creative Anachronism (Sociedad del Anacronismo Creativo) en la que logro distinguirme en todos los torneos medievales.

Viajero por naturaleza, vivió varias veces en Texas, Washington, D. C., en una granja de Minnesota, Minneapolis y en Europa, visitando muchos otros países.

Historiador de talla y aunque se graduó en Física con todos los honores en 1948, no ejerció como físico, salvo para auxiliar a todo el mundo.

Poul Anderson consagró la mayor parte de su inspiración a los temas del space opera (y de lo que podría llamarse time opera), con un sentido de la epopeya pocas veces igualado en este terreno. Su estilo podría situarse en la línea de R. A. Heinlein y J. W. Campbell.

Según sus propias palabras, no se ocupó de escribir relatos de Ciencia-Ficción hasta el año 1937. Lo que ocurrió en realidad fue que, siendo la literatura su pasatiempo predilecto durante largo tiempo, comenzó a producirle dinero cuando estaba en el colegio, al vender algunos de sus relatos a Astounding Science-Fiction.

Así pues, decidió tomarse un año sabático con intención de vivir de la máquina de escribir, y el año sabático se fue prolongando hasta el presente.

Poul Anderson confesó al respecto: No pretendo hacer de la Ciencia-Ficción una profesión exclusiva. He escrito algo sobre Historia y estoy planeando algunas novelas ´serias´; pero, dentro de sus limites, la Ciencia-Ficción es un trabajo fascinante. Permite una dilatada visión del futuro, da oportunidades para jugar con las ideas, para estudiar las obras de los hombres y mostrar las consecuencias de las teorías en la acción.

Poul Anderson se cuenta entre los autores norteamericanos más prolíficos. Ha publicado más de 250 narraciones cortas, repartidas en numerosas revistas (Astounding Science-Fiction, Galaxy y The Magazine of Fantasy and Science-Fiction) y recopilaciones antológicas, y unas 65 obras (ciencia-ficción, novelas policíacas, cuentos para niños, poemas, ensayos o críticas).

Si se considera además la extraordinaria calidad de la mayoría de sus obras (en 1959 fue invitado de honor de la 17th World Science-Fiction Convention, en Detroit), ¿Cómo se explica que, hasta el presente, se hayan traducido, y menos reeditado, tan pocas de sus obras a nuestro idioma?

Poul Anderson falleció el 31 de julio de 2001 en su casa de Orinda, California a causa de un cáncer de próstata.

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Prólogo de GUARDIANES DEL TIEMPO, Editorial Orbis, 1986; Sección Maestros de lo Insólito de la revista Lo Inexplicado, Planeta de Agostini, 1994.