Sitio de Ciencia-Ficción
por Alfonso de Terán Riva

Tiempo estimado de lectura: 2 min 42 seg

Hay un correo electrónico pululando por ahí, que promete ser una de esas cadenas que se propagarán durante meses y años, que afirma que beber cerveza sirve para adelgazar, pues quemas más calorías de las que ingieres (gracias María) Lo reproduzco aquí:

Dieta del ingeniero

Dieta fantástica:

Por las leyes de la Termodinámica, todos sabemos que una caloría es la energía necesaria para pasar 1 gr. de agua, de 21, 5º a 22, 5º C.

No es necesario ser ningún genio para calcular que si el hombre toma una copa de agua helada (200 ml o 200 g) aproximadamente a 0º, necesita 200 calorías para ponerla a 1º.

Para que haya un equilibrio térmico con la temperatura corporal, será necesarias unas 7.400 calorías para que estos 200 grs. de agua, alcancen los 37º de la temperatura corporal (200g x 37ºC)

Y para mantener esta temperatura, el cuerpo usa la única fuente de energía disponible: LA GRASA CORPORAL. O sea, que precisa quemar grasas para mantener la temperatura estable. La Termodinámica no nos deja mentir sobre esta deducción, las Leyes de la Física son inviolables.

Así, si una persona bebe una pinta de cerveza (aproximadamente 500 cc) a la temperatura de 0º, pierde aproximadamente 17.500 Calorías (500 g x 37ºC) Ahora bien. No vamos a despreciar las calorías que tiene la pinta de cerveza, que son aproximadamente 1000 calorías para los 500 grs. Si se restan estas calorías, tendremos que una persona pierde aproximadamente 16.500 Calorías por la ingesta de una pinta de cerveza helada. Obviamente, cuanto más helada esté la cerveza, mayor será la pérdida de calorías.

Como debe estar claro para todos, esto es mucho más efectivo que, por ejemplo, montar en bicicleta o correr, con lo que solo se quemarían unas 1.000 calorías por hora.

Así pues, adelgazar es terriblemente sencillo. Basta con beber cerveza bien helada, en grandes cantidades, y dejemos a la termodinámica hacer el resto.

CONTRA ESTO NO HAY ARGUMENTOS POSIBLES. LA TERMODINÁMICA ES UNA LEY QUE NO MIENTE.

Bueno, obviamente la termodinámica no miente. De hecho, se considera que las Leyes de la Termodinámica son las más comprobadas de toda la física. ¿Entonces? Bueno, aunque el razonamiento es correcto, se parte de premisas falsas, con lo que la conclusión (beber cerveza para adelgazar) pues es falsa.

Veamos, es cierto que para elevar en un grado centígrado la temperatura del agua, es necesario aportar una caloría de energía, aunque conviene matizar que la cantidad exacta depende de la temperatura y de la presión. Además, no debemos olvidar que estamos hablando de agua. La cerveza no es agua, si bien tiene una gran cantidad de ésta, por lo que su calor específico no debería ser muy diferente. Lo mismo podemos decir de la equivalencia entre 500 cm3 y 500 g. La densidad de la cerveza no es exactamente 1 kg/l, por lo que 500 cm3 de la misma no corresponderán con exactamente 500 g. Además, una pinta es algo más de medio litro (unos 568 ml aproximadamente) Pero son detalles menores, que no deberían introducir demasiado error en los cálculos. No es ahí donde está la trampa.

Es más significativa la afirmación de que la grasa es la única fuente de energía disponible. Esto no es así. La grasa no es la única ni la más importante. La principal fuente energética de nuestro cuerpo (y de la gran mayoría de animales) son los glúcidos (hidratos de carbono para los amigos) como la glucosa. Son los glúcidos los que se utilizan directamente en la combustión celular. Lo que ocurre es que el cuerpo almacena las sobras energéticas en forma de grasas, utilizando los glúcidos que no consume para fabricarlas (o ingiriéndolas directamente) Si en un momento dado es necesario tirar de estas reservas, las grasas deben descomponerse para obtener el verdadero combustible. Pero esto ocurre cuando se han agotado los glúcidos, es decir, nuestro cuerpo prefiere utilizar directamente los glúcidos, a obtenerlos de las grasas. Aunque este detalle tampoco es especialmente importante en lo que a la conclusión se refiere.

La principal falacia que invalida la conclusión, es la cifra correspondiente a las calorías de la cerveza: 1.000 calorías por cada 500 gr. Este dato es totalmente falso, y muy alejado de la realidad. Veamos, la cantidad de calorías de una cerveza varía mucho dependiendo del tipo de la misma. No es lo mismo una rubia que una negra. Ni una de cebada que una de malta. Pero la diferencia más importante es entre las cervezas con alcohol y sin alcohol. Buscando un poco por internet ([1] y [2]) compruebo que la cifra está en torno a las 45 kcal para cervezas con alcohol, y 25 kcal para cervezas sin alcohol, por cada 100 g. Es decir, entre 225 y 125 kcal por cada 500 g. ¡Hey! ¿Entonces es mucho menor? No. Fijaos en las unidades: kilocalorías.

Supongo que no es necesario aclarar que una kilocaloría son 1.000 calorías. En el mundo de la dietética y la alimentación, se utiliza la kilocaloría. Todas las cantidades que veis en los envases de alimentos, referidas a su contenido calórico, están expresadas en kilocalorías, al igual que las dietas (como la de 1.800 kcal) Lo mismo ocurre con las supuestas 1.000 calorías que se consumen en una hora de ejercicio. En realidad son kilocalorías (y esa cifra sólo se alcanza con ejercicios muy intensos, sólo aptos para profesionales)

Así que hagamos los cálculos de verdad. El cuerpo pierde 17.500 calorías, es decir, 17, 5 kcal, para igualar la temperatura de medio litro de cerveza (conviene añadir, que este gasto no es instantáneo) Así que en realidad tenemos un incremento neto de entre 207, 5 kcal (cerveza con) y 107, 5 kcal (cerveza sin) Es decir, de adelgazar nada.

Efectivamente, la termodinámica no miente.

© Alfonso de Terán Riva, (975 palabras) Créditos
Publicado originalmente en MalaCiencia el 14 de junio de 2007
CC by-nc 2.5
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Para una referencia más amplia sobre la cerveza puedes consultar:
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