
Iba a comentar una serie de errores garrafales, a raíz de una noticia sobre Stephen Hawking y la ingravidez, pero en Malaprensa se me han adelantado. Así que comentaré otra que apareció en 20 minutos, en la que se anunciaba que un grupo de científicos del Laboratorio Rutherford Appleton está investigando sobre la generación de un campo magnético que proteja a los vehículos espaciales de la radiación solar. Se hace hincapié en lo peligroso de dicha radiación, en cómo el campo magnético terrestre nos protege de forma natural, y en la conocidísima serie de TV, Star Trek.
Bueno, aquí tenemos dos grandes fallos. El primero ya lo comenté hace mucho tiempo en un artículo dedicado a la película The Core (sí, hay un error relativo a las microondas y el agua, que corregí en un artículo posterior) Veamos, un campo magnético, sólo afecta a partículas cargadas eléctricamente. Por tanto, radiaciones dañinas como los rayos gamma, los rayos X o los ultravioleta, lo atraviesan sin problemas. Recordemos que la radiación electromagnética son fotones, y que los fotones son partículas sin carga eléctrica. Es realmente la atmósfera terrestre la que nos protege de estas radiaciones.
Un campo magnético sólo desviaría el viento solar y los rayos cósmicos, que sí están formados por partículas cargadas (como protones) y que sólo son especialmente dañinos durante una erupción solar. Buscando la fuente original (donde sí menciona que la principal protección terrestre es la atmósfera) vemos que la idea es que es campo magnético sustituya a las habitaciones especialmente reforzadas de la ISS (y es de suponer que los transbordadores tienen algo similar) donde los astronautas se refugian durante una tormenta solar. Así, la masa del vehículo es menor, algo siempre deseable. Pero sólo serían útiles en ese contexto: durante una tormenta solar, y sin olvidar que el escudo no protege de toda la radiación solar, sólo de parte de ella. Si hay un repentino incremento de radiación gamma, el escudo es totalmente inútil.
El segundo error, más que con la ciencia tiene que ver con el desconocimiento de Star Trek. En la noticia se compara el futuro escudo magnético con los utilizados en la serie, y esa comparación es falaz. Los escudos del Enterprise (y por extensión, de casi cualquier nave de la serie) no son magnéticos, ni nada parecido. Se trata del clásico campo de fuerza cuasi-mágico, artificio argumental existente en multitud de obras de ciencia-ficción, utilizado en las batallas espaciales donde las naves contendientes se disparan mutuamente y reciben impactos (aunque hay notables excepciones, ahora me vienen a la cabeza Babylon 5, o la nueva versión de Galáctica)
La referencia a los escudos de Star Trek provienen de la fuente original de la noticia. Es más, ahí se dice que los guionistas de la serie crearon dichos escudos, para desviar la radiación cósmica. Bueno, aunque no puedo leer la mente de los guionistas (sobre todo porque el creador de la serie, Gene Roddenberry, falleció hace más de 10 años) pero dado que el uso mayoritario de los escudos es proteger la nave de disparos de phaser y torpedos fotónicos, es de suponer que los guionistas no tenían precisamente la radiación cósmica en mente. Parece ser que últimamente hay una moda de referencias a obras de ficción muy conocidas, para captar el interés de una noticia científica (como la que comenté hace unas semanas) Algo bastante triste.