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por Alfonso de Terán Riva

Tiempo estimado de lectura: 2 min

Nota: Este artículo tienen ya bastantes años, la anécdota que lo inspiró ya no está vigente, pero el principio general de lo que se cuenta sigue siendo válido.

Google bombing
Google bombing

Visitando el blog ALT1040, descubro un post en que se cita una entrevista a Teddy Bautista, publicada en el diario La Nueva España, y en la que hace responsable al famosísimo buscador Google, por el google bombing sufrido por la SGAE. ¿El qué? Veamos, si buscáis en Google la palabra ladrones, el primer resultado es la web de la SGAE. Según Teddy Bautista, Google es responsable de ello, lo tacha de fascismo, y lo acusa de escudarse en la impunidad que le permite la ley. La realidad es bien distinta, y unas afirmaciones de este tipo sólo pueden venir del desconocimiento de cómo funciona un buscador.

¿Y cómo funciona? Bueno, no creo que nadie piense que detrás de cada buscador existe un ejército de currantes que se recorre la web y va asignando los términos de búsqueda a los resultados. Todo eso se hace de forma automatizada. Unos programas llamados web crawlers, recorren de forma metódica y sistemática toda la web, a partir de una lista inicial de direcciones. El funcionamiento es relativamente sencillo: cada página es almacenada según unos criterios, y se visita cada enlace presente, repitiendo el proceso

¿Qué criterios? Eso depende de cada buscador. Normalmente se indexan todas las páginas encontradas en una enorme base de datos, asociando las direcciones a las palabras presentes en la página. Es razonable pensar que una palabra que se repita varias veces, tenga más peso en el índice que otra que se repita menos. Estos criterios se utilizan para decidir qué páginas aparecen antes que otras en la lista de resultados.

En el caso concreto de Google, se utilizan (entre otros) dos criterios importantes, basados en los enlaces. Por un lado, si una página es enlazada desde otra con un rango alto, esa página sube en el ranking. Esto hace que páginas relativamente desconocidas puedan empezar a aparecer en las primeras posiciones de los resultados, simplemente porque una página muy conocida ha puesto un enlace a ella.

Por otro lado, el motor de Google da importancia al texto del enlace en sí. Es decir, utiliza como palabras clave, no sólo las que aparezcan en la página, si no también las que aparezcan en los enlaces hacia esa página. A veces habréis comprobado que buscando determinadas palabras, aparecen páginas en las que esas palabras que buscáis no existen en la página. Eso es porque alguna otra página tiene un enlace a aquella, con esas palabras como texto. Y no sólo da importancia al texto en sí, sino a un atributo llamado title, que pueden tener los enlaces. Este atributo es el responsable de que en algunos enlaces aparezca un breve texto flotante (normalmente con fondo amarillo) si dejamos el puntero quieto sobre aquél. Si detenéis en puntero sobre el enlace, aparecerá una descripción del sitio. Pues bien, este texto también se utiliza como criterio a la hora de indexar la página.

Este aspecto de Google es que se utiliza para realizar un google bombing. Si desde multitud de sitios se pone una enlace a una página determinada, con un texto determinado en el enlace y en el título, al buscar con Google ese texto, aparecerá la página destino entre las primeras posiciones, lo quiera o no. Y si además las webs participantes están muy arriba en el ranking, el efecto será mucho mayor. Y esto es lo que ha pasado con la palabra ladrones y la SGAE. Debido a los abusos de esta entidad, multitud de internautas han decidido poner en sus páginas, el siguiente enlace: ladrones. Como veréis, el enlace lleva a la página de la SGAE, y si detenéis el puntero sobre el mismo, aparece el texto Ladrones.

Así que el google bombing sufrido por la SGAE, no ha sido causado por Google, sino por una abrumadora cantidad de personas que están en desacuerdo con esta entidad. Posiblemente la plantilla de Google, cuya sede se encuentra en California, ni siquiera sepa qué es eso de la SGAE. Pretender culpar al portal por lo sucedido, es sencillamente absurdo. Sería como culpar a Correos si una persona recibiera cientos de cartas insultantes, o culpar a Telefónica si esa persona recibiera numerosas llamadas de gente que le pone a caldo.

© Alfonso de Terán Riva, (725 palabras) Créditos
Publicado originalmente en MalaCiencia el 19 de abril de 2006
CC by-nc 2.5
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Para una referencia más amplia sobre google bombing puedes consultar:
StartPage DuckDuckGo Qwant MS Bing Google Yahoo

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