Sitio de Ciencia-Ficción
por Alfonso de Terán Riva

Tiempo estimado de lectura: 1 min 38 seg

Operación Threshold

Hace poco más de un par de semanas, recibí un correo electrónico (gracias, Jose Alberto) hablándome de una serie de TV llamada Operación Threshold, de la que no había oído hablar, y que ponen en Tele 5. Es una lástima haberme perdido el primer episodio, ya que el argumento gira en torno a una señal acústica alienígena que es capaz de mutar el ADN humano. Espero conseguir ver ese primer episodio, ya que tiene pinta de merecer un envío en este blog. Mientras, me conformaré con otras cosas que puedan ir apareciendo en la serie.

En uno de los episodios de hace dos semanas, un afectado por la señal intenta propagarla, enviando una grabación de la misma mediante correo electrónico, a varias personas. En el momento cumbre, cuando el chaval está a punto de enviar el correo desde un ordenador portátil, uno de los protas dispara y acierta justo en la pantalla del portátil, y todos respiran tranquilos.

Este es un error similar al que comenté hace mucho tiempo, y que supone confundir el monitor con el ordenador en sí. Supongo que eso se debe a que después de todo, la pantalla es una parte fundamental de la interfaz con un ordenador. Prácticamente toda la información que el aparato nos proporciona, lo hace a través del monitor. Y cualquier acción que realicemos (pulsar una tecla, mover el ratón) tiene una respuesta visual inmediata. Pero un monitor sólo es eso: una interfaz. Un elemento que nos muestra información. Un ordenador puede funcionar perfectamente sin monitor (y de hecho, los servidores no suelen tenerlo) si bien la interacción con él se hace casi imposible (para interactuar con un servidor, normalmente se utiliza un terminal remoto, que sí tiene monitor)

Pero lo importante es que si le pegamos un tiro al monitor, el ordenador puede seguir funcionando perfectamente. En el caso que nos ocupa, tal vez pueda ser suficiente, si el personaje en cuestión aún estaba arrancando su gestor de correo, o lo estaba elaborando, o copiando de algún sitio. Pero si estaba a punto de enviarlo, con el puntero (o el foco) sobre el botón de Enviar, simplemente hubiera tenido que hacer click (o pulsar la tecla Enter) para completar la tarea. Y hubiera funcionado independientemente de la presencia o no de un monitor que funcione.

Hay que decir que en el caso de un portátil, existe una posibilidad de que el destrozar la pantalla pueda afectar a todo el ordenador. En un aparato de estas características, el microprocesador, la memoria, toda la electrónica importante, está debajo del teclado. Eso incluye la fuente de alimentación. Veamos, en un ordenador de sobremesa, el monitor tiene su propia alimentación (es decir, un suministro de corriente) El cable de alimentación puede estar directamente enchufado en la pared, o puede ir a la fuente de alimentación del ordenador, si incluye una salida de corriente para este propósito. Y en éste último caso, la conexión es con la fuente de alimentación del ordenador, es decir, sin afectar a la electrónica interna del mismo. En un portátil, sin embargo, la pantalla está conectada directamente a la electrónica del resto del equipo, mediante varios pequeños cables. Es posible (aunque no pienso hacer experimentos al respecto) que determinados daños en la pantalla, puedan provocar una subida de corriente en uno de esos cables (mediante un cortocircuito, por ejemplo) que dañe el resto del aparato.

Pero sólo es una posibilidad, no una certeza. Si yo fuera el prota, dispararía al teclado o al individuo, pero no a la pantalla. Eso sería una lotería.

© Alfonso de Terán Riva, (592 palabras) Créditos
Publicado originalmente en MalaCiencia el 17 de agosto de 2006
CC by-nc 2.5
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