Única moneda de Tschai. Son las semillas de la criospina, que crece en forma de bulbos que contienen exactamente doscientos ochenta y dos sequins cada uno. Dependiendo de la edad del bulbo toman diversos colores, el sequin que representa la unidad, es decir, el más abundante, es el blanco, y así, un sequin púrpura, el más raro, vale cien blancos, uno escarlata cincuenta, uno esmeralda veinticinco, uno azul diez, el sardo (pinto) cinco y el crema dos.
La criospina es endémica de los Carabas o Zona Negra, donde medra gracias al alto contenido en compuestos de uranio de la comarca. Esa es una de las causas del alto valor de los sequins, la otra es que los Carabas son la zona de caza ritual Dirdir. Los buscadores de sequins son las presas de los Dirdir, y resulta una actividad tan extremadamente peligrosa que sólo uno de cada seis buscadores regresa a Maust, la principal base de las expediciones.
Como los Dirdir se apoderan del botín de los buscadores, resulta obvio que además de otros aspectos, también tienen el control de la economía de Tschai, regulando a su antojo la cantidad de moneda en circulación.