Las gigantes azules son unas estrellas de gran tamaño en las que los procesos de fusión nuclear se desarrollan a tal ritmo que el hidrógeno se consume en cantidades ingentes, lo que les convierte en las estrellas más activas de todas las conocidas. A consecuencia de ello estas estrellas son sumamente calientes, correspondiéndoles el color de sus superficies (azul o blanco azulado) a los grupos espectrales O y B. Asimismo la vida media de estas estrellas es muy corta en comparación con la de otras de menor tamaño, ya que se consumen literalmente en un breve espacio de tiempo, terminando su existencia en forma de supernovas y dejando como residuo final una estrella de neutrones o un agujero negro
Uno de los ejemplos más conocidos de gigantes azules son las estrellas que forman el cúmulo de las Pléyades, aunque otras estrellas conocidas como por ejemplo Rigel, Alfa de la constelación de Orión, pertenecen también a este grupo.