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SOLDADOS DEL ESPACIO
SOLDADOS DEL ESPACIO Ángel Torres Quesada
Título original: ---
Año de publicación: 1981
Editorial: Bruguera
Colección: La Conquista del Espacio nº 583
Traducción: ---
Edición: 1981
ISBN: ---
Precio: Descatalogado

Tiempo estimado de lectura: 3 min 54 seg

SOLDADOS DEL ESPACIO es otra de las excelente novelas de a duro (en 1981 ya valían 9 duretes) surgidas de la fecunda pluma del ingenioso autor gaditano. En esta ocasión, Thorkent nos presenta a dos grupos de soldados, uno turco y otro británico, combatientes en la I Guerra Mundial, que son abducidos por una fuerza misteriosa y transportados a un lejano planeta cuyas condiciones de habitabilidad son muy similares a las de la Tierra. Al principio, claro está, ni unos ni otros se dan cuenta de lo ocurrido. Pero pronto comprueban que el paisaje circundante ha cambiado por completo y que se encuentran en un lugar absolutamente desconocido para ellos. Británicos y turcos se muestran sorprendidos por igual y no son capaces de encontrar una respuesta lógica a lo que les ha ocurrido. Sin embargo, los hasta entonces enemigos tendrán que unir sus fuerzas para hacer frente a una horda de horribles seres que se abalanzan sobre ellos con furia asesina. Ingleses y otomanos luchan, codo con codo, contra aquellos monstruos de pesadilla. Los fusiles de repetición y las granadas de mano de los terrestres hacen estragos entre aquella legión de monstruos, armados sólo con lanzas y espadas. Pero los horrendos seres son demasiado numerosos, y los oficiales al mando, capitanes Omar Tartuk y Thomas Allemby, temen que sus valerosos soldados no puedan resistir las embestidas de esas criaturas que parecen poseídas por un afán diabólico de matar.

Súbitamente, en lo alto de unas colinas aparecen unos hombres, jinetes en extrañas monturas, que lanzan una densa lluvia de flechas sobre la horda de monstruos. Conjurado, de momento, el peligro que representaban las criaturas, Tartuk y Allemby se disponen a parlamentar con los recién llegados. El capitán turco, poseedor de una extraordinaria facilidad para los idiomas, aprende pronto la lengua de aquellas gentes. Muy pronto descubrirán que se encuentran en otro mundo, un planeta habitado por dos razas en guerra perpetua, los monstruos que les atacaron, llamados yukaes, y los humanos que acudieron en su ayuda. Los terrestres se muestran dispuestos a ayudar a sus hermanos de raza en su lucha contra aquellas bestias, pero también deberán enfrentarse a algunos humanos dispuestos a traicionar a su propia especie para saciar sus ansias de poder. Conviene señalar que la ayuda que Allemby y Tartuk prestan a Asiara y su gente no es del todo desinteresada. A cambio de ella, recibirán gran cantidad de oro, plata y piedras preciosas, cosas éstas a las que los ohbanos sólo conceden un valor ornamental. Además de esto, Asiara promete a los dos capitanes que, una vez eliminado el peligro Yukae, emplearán el Torvae para devolverlos a la Tierra sanos y salvos. E inmensamente ricos, todo hay que decirlo.

SOLDADOS DEL ESPACIO se revela como una de las novelas más interesantes de Thorkent en su etapa de Bruguera. En esta historia mezcla admirable y sencillamente la ciencia-ficción con la fantasía y las historias de guerreros al más puro estilo Conan. Los humanos de Ohba, el planeta al que son arrastrados Tartuk, Allemby y sus hombres, se asemejan a los antiguos vikingos, tanto en su aspecto físico como en su vestimenta. Aunque por su apariencia pueda parecer que viven en una especie de Edad Media, lo cierto es que no son tan primitivos como parece.

Ohba es, como muchos de los planetas descritos por Thorkent en otras novelas, un mundo en el que se ha producido una involución tecnológica. Al igual que sucedía en muchos de los Mundos Olvidados de su saga de El Orden Estelar, el planeta en el que transcurre la acción de SOLDADOS DELESPACIO fue un día el hogar de unos humanos poseedores de una avanzada civilización, pero, por la razón que fuera, el progreso se detuvo, se perdieron los conocimientos científicos y tecnológicos, y por consiguiente, la humanidad involucionó hacia formas de sociedad arcaicas y tribales, propias de siglos pasados. En El Orden Estelar este proceso involutivo es provocado por el aislamiento en que cayeron los mundos más remotos del viejo Gran Imperio al colapsarse éste. En Ohba no se sabe lo que ocurrió, aunque la princesa Asiara piensa que sus antepasados pusieron fin al progreso tecnológico porque ansiaban volver a la vida sencilla, libre de las ataduras y los peligros de la alta ciencia.

Sin embargo, los ancestros de los ohbanos dejaron una huella de su poder: una poderosísima máquina conocida por el nombre de Torvae. Y es este fabuloso artefacto, el secreto de cuyo funcionamiento ha sido descifrado por la propia Asiara, el responsable de que Allemby, Tartuk y sus hombres se encuentren en ese mundo. El Torvae es uno de los gadgets más originales imaginados por Thorkent. Se trata de un dispositivo ideado para recoger muestras de otros mundos. Es algo así como el transportador de Star Trek, pero a lo bestia y con un alcance casi ilimitado. Enfocando el aparato hacia un planeta cualquiera y activándolo, en cuestión de minutos la fuerza de esta máquina increíble arranca literalmente una porción de la superficie del mundo elegido y la teletransporta a Ohba. Los humanos de Ohba, acosados por los cada vez más numerosos y belicosos yukaes, decidieron emplear el Torvae enfocando hacia la Tierra, con el propósito de averiguar si ésta era habitable. Con los sanguinarios yukaes multiplicándose como termitas, los ohbanos están dispuestos a abandonar su planeta y trasladarse a otro, y la vieja Tierra, cuyas coordenadas estaban grabadas en las piedras y planchas de metal de la gigantesca estructura que envuelve la prodigiosa maquinaria, les pareció un lugar prometedor.

Respecto al funcionamiento de tan sugestivo artilugio, lo único que el autor nos dice, por boca de la princesa Asiara, es que obtiene su energía de las estrellas, vaga explicación que no nos aclara nada. ¿Se refiere a la energía solar? No lo sabemos. Pero tampoco tiene demasiada importancia. Es más, el halo de misterio que rodea a los ancestros de los ohbanos y al origen y funcionamiento del Torvae hacen que la historia resulte más intrigante y sugestiva.

Esta obra tiene cierta similitud con un clásico del cine del Oeste, FORT BRAVO, dirigida en 1953 por el gran John Sturges. En esa película, dos grupos de soldados, federales y confederados, enemigos en la Guerra de Secesión, han de hacer causa común y unir sus fuerzas para defenderse del ataque de los crueles apaches mescaleros. Aquí, otomanos y británicos unen sus fuerzas en los primeros capítulos de la novela para repeler el ataque de los yukaes.

Thorkent menciona un acontecimiento histórico real de gran importancia. En efecto, la batalla de Gallípoli fue una ambiciosa operación militar aliada llevada a cabo durante la I Guerra Mundial, también llamada La Gran Guerra, o guerra del 14, por ser ese el año en que estalló. Esta batalla tuvo lugar entre el 19 de febrero de 1915 y el 9 de enero de 1916. El objetivo de esta operación, en la que tomaron parte fuerzas británicas, francesas, australianas y neozelandesas, era desembarcar en la península de Gallípoli y lanzarse a la conquista de Constantinopla (la actual Estambul) capital del Imperio Otomano. La operación se convirtió en una de las peores derrotas militares aliadas de toda la guerra, ya que, aunque las fuerzas combinadas lograron desembarcar, jamás consiguieron penetrar en territorio otomano, y todas y cada una de las ofensivas que lanzaron contra los turcos fracasaron. Las fuerzas aliadas estaban mandadas por dos excelentes comandantes con gran experiencia de combate, ambos ingleses: Ian Hamilton y Horatio Kitchener, éste último un veterano de la guerra colonial del Sudán. Pero frente a ellos se hallaban otros dos comandantes especialmente dotados para la estrategia, el austriaco Otto Liman von Sanders y el turco Mustafá Kemal, llamado Atatürk, que con el tiempo sería el primer presidente de la República de Turquía y la figura histórica más respetada de su país.

Y esto es SOLDADOS DEL ESPACIO, una buena novela de Ángel Torres Quesada, una aventura trepidante e imaginativa, como todas las que escribió en su época de autor de novelas populares. Huelga decir que la historia termina como tiene que terminar, con la victoria de los humanos sobre los siniestros yukaes y también sobre esos otros humanos que aspiran a implantar su tiranía. La mayor parte de los soldados ingleses y turcos regresan a la Tierra cargados de riquezas. Y la princesa Asiara acaba encontrando al amor de su vida en la persona del capitán... Bueno. No os lo voy a contar todo, ¿verdad?

© Antonio Quintana Carrandi,
(1.406 palabras) Créditos Créditos
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