La acción a distancia fue la gran objeción de la teoría de la gravitación y fue una de las razones que llevaron a introducir el concepto de éter como una sustancia fantasmagórica que lo llenaba todo y que era quien transmitía las acciones a distancia. La superación de este concepto es posterior a Newton
La solución al problema la encontró Faraday al introducir el concepto de campo en sus estudios de electricidad. El desarrollo posterior del concepto de campo permite obviar la acción a distancia. A grandes rasgos un campo eléctrico o magnético sería la zona en que se manifiestan los efectos de esas fuerzas, un campo de acción. De la misma manera, y debido a la similitud de las leyes que rigen ambos efectos con la ley de la gravitación de Newton, la región en que actúan las fuerzas gravitatorias puede considerarse como un campo gravitatorio.
Podemos comprender el concepto de campo gravitatorio de una manera intuitiva. Vamos a suponer que disponemos de una masa M, alrededor de la cual situamos, en diferentes posiciones, otra masa m. Cada vez que situemos la masa m en una posición aparecerá sobre ella una fuerza cuyo valor viene dado por la ley de la gravitación. Todo ocurre como si la masa M produjese en el espacio que la rodea una modificación que denominamos campo gravitatorio. Si colocamos ahora en un punto del espacio una masa m y medimos sobre ella una fuerza, podemos afirmar que en dicho punto existe un campo gravitatorio.
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