Sitio de Ciencia-Ficción
Opinión.PensadoLeídoVistoEnsayoJugado
Especial Worldcon 2009, 12
Entrevista con Tom Doherty
por Miguel Esquirol Ríos

Tiempo estimado de lectura: 4 min 36 seg

Tom Doherty
Tom Doherty

Tom Doherty es el editor fundador de Tor, una de las editoriales más importantes de ciencia-ficción. Entre sus autores se encuentran entre muchos otros Orson Scott Card, George R. R. Martin, Cory Doctorow e incluso han publicado libros de Philip K. Dick e Isaac Asimov. La editorial ha venido ganando el premio de la revista Locus a mejor editorial de ciencia-ficción continuamente desde el año 1988 y es la editorial con más libros ganadores así como nominados de los más prestigiosos premios. La experiencia que Tom Doherty tiene como editor, el equipo de profesionales con que se ha rodeado y el cuidadoso trabajo con los propios autores dan como resultado libros bien cuidados, con mucho cariño y llenos de imaginación.

Este año estará presente como invitado de honor en la Worldcon por lo que tendremos la oportunidad de verlo y escucharlo en persona. Pero unas semanas antes del inicio del evento y gracias a los organizadores de este, hemos tenido la suerte de poder realizar una conversación telefónica con el editor en su oficina en Nueva York.

Siendo quizás el único periodista de lengua castellana presente en la Convención Internacional de Ciencia-ficción que se llevará a cabo en Montreal, el tema de la lengua y de la ciencia-ficción en otros idiomas fuera del inglés fue con los que comenzamos la conversación. Me interesaba saber la relación de la editorial con los libros y autores de ciencia-ficción que escriben en castellano (así como en otros idiomas) y las razones para que esta comunicación sea tan complicada.

Según Tom Doherty hay dos razones principales para que la editorial no publique autores que no escriben en inglés. La primera porque aunque cuenta con gente que puede leer otros idiomas fuera del inglés, ninguno de ellos cuenta con el conocimiento necesario para hacerlo fluidamente y articularlo en relación a las otras obras de su tipo y por lo tanto juzgar su verdadera calidad. La segunda razón, y mucho más difícil que superar de la primera, es la necesidad de un traductor para la obra lo que hace subir el costo de la misma. Porque para Doherty, el traductor necesario para una obra de esta envergadura tiene que ser alguien que realiza algo más que una traducción mecánica, tiene que conocer al autor y ser receptivo a su obra. Pero al final de cuentas lo que importa es la calidad de esta. Según él, un libro maravilloso siempre será un libro maravilloso.

En la dirección contraria, también pregunté si la editorial ha pensado en publicar libros en español, tomando en cuenta que se trata de un mercado muy amplio incluso dentro los Estados Unidos. La editorial que ya está dando vueltas desde hace bastantes años (29) ha probado muchos caminos diferentes, incluso intentando la publicación de libros en nuestro idioma. En este camino se enfrentó con el problema de las diferentes variedades regionales de castellano que hacían que su público de origen mexicano (como el ejemplo que dio) tuviera problemas al enfrentarse con un castellano del Caribe. La segunda explicación para el fracaso de este proyecto fue que los interesados en el género en Estados Unidos que leen en castellano, en la mayor parte de los casos pasarán al inglés por contar en este idioma una oferta mucho mayor de obras. Como resultado, de momento la editorial se encuentra haciendo lo mejor que sabe en un mercado que conoce, por lo que no intenta introducirse en mercados de otras lenguas.

A pesar de esto, Tom Doherty no deja a un lado la importancia que tienen los idiomas y el entendimiento de la gente. Eventos como Worldcon donde autores y público de dos idiomas interactuarán ayudados de traductores y de las propias obras son muy importantes, y quien sabe en el futuro todos podamos comunicarnos en un sólo idioma universal lo que seguro traerá mucha más armonía. El cómo se llegará a esto, es quizás un buen tema para otro libro.

Pero soportando un poco más el tema, conversamos sobre la ciencia-ficción en otros países, sobretodo en aquellos países que no tienen el mismo desarrollo tecnológico así como si era posible que la ciencia-ficción también surgiera allí. Para Doherty, la ciencia-ficción es la exploración de nuestro presente y de nuestro futuro, ver cómo estamos y a donde nos dirigimos y ese interés está presente en cualquier cultura y en cualquier contexto.

La segunda parte de la conversación vino naturalmente sobre su experiencia como editor, el trabajo que significó comenzar su propia editorial y el camino recorrido desde aquel momento. Tom Doherty comenzó en el mundo de la edición simplemente como un vendedor de libros, pero pronto escaló posiciones hasta ser el Encargado de Ventas, y finalmente editor en la editorial Tempo donde contaría con el apoyo de grandes editores como los fundadores de Ballantine Books y American Penguin que lo tomaron bajo su ala donde aprendió de los mejores. Estuvo en una época emocionante. Estuvo presente, por ejemplo, en el lanzamiento en Estados Unidos de EL SEÑOR DE LOS ANILLOS. Este entrenamiento que en sus propias palabras fue maravilloso, de mano de los pioneros de la ciencia-ficción, lo ayudaron cuando decidió independizarse y fundar la editorial Tor. El comienzo, como todos, fue difícil compitiendo con las editoriales establecidas y sus antiguos colegas. Pero en general fue muy divertido. El secreto para lograr el éxito fue rodearse de la gente correcta, porque al final de cuentas se puede lograr todo lo que uno se proponga.

Cuando Tom Doherty comenzó en la ciencia-ficción, la distancia de esta literatura y de la tecnología era abismal, con el paso de los años esta última ha evolucionado de forma sorprendente. Me interesaba conocer si desde su punto de vista la ciencia-ficción había cambiado sus objetivos. Doherty tuvo una respuesta interesante que se puede aplicar para un gran porcentaje de autores del género. En general somos muy malos prediciendo el futuro y casi nadie pudo adivinar lo que estaría ocurriendo ahora. Como por ejemplo nombró una novela de ya unos veinte años de antigüedad donde se planteaba un sistema computacional que guardara toda la información del planeta, una especie de Google o Wikipedia según lo que vemos hoy en día. La predicción no fue tan alejada de la realidad, aunque según la obra era necesario colonizar la luna para utilizarla como repositorio de toda esa información.

Pero también nos explicó de una obra que está por salir en varios meses dentro del género de NEAR FUTURE THRILLERS que plantea generadores eléctricos en el fondo del océano que produzcan energía limpia y gratuita para todo el planeta. Esta idea no es tan alejada de lo real (solo en el West River de New York ya hay una de estas máquinas funcionando) y este libro podría ayudar a que eso fuera posible. Porque hay algo en lo que él cree sin lugar a dudas, y esto es que un libro puede cambiar el mundo. Un libro puede servir para motivar a la gente, para inspirar para iluminar. Y si uno de los libros que ha publicado hace que un joven se ponga a estudiar para hacer real algo que ha leído, él cree que si puede cambiar el mundo.

Aunque cree que los libros que publica tienen ese poder, de lo que está más orgulloso de poder haber logrado hasta ahora no es el ayudar a crear el futuro, sino el haber publicado maravillosas historias.

El tema más polémico de la conversación fue el relacionado con el crecimiento del mercado de los e-books y lectores del estilo Kindle. Aunque él cree que los e-books no robarán lectores a los libros de papel, sino más bien aportarán lectores adicionales hay un elemento en el que aun no se siente cómodo, sobretodo con los precios a los cuales Kindle quiere acostumbrarnos. La venta por debajo del costo del libro es algo que sólo las más grandes editoriales pueden hacerlo por corto tiempo, y Amazon lo está haciendo para intentar dominar el mercado. Aun hay mucho que explorar para que la opción de los e-books sea buena tanto para el público como para los autores que merecen crédito por su creatividad, su esfuerzo, sus ideas y su tiempo. La pregunta que más le preocupa en este tema es cómo se sostiene el sistema, puesto que al final de cuentas la publicación de libros es un riesgo económico. El costo de un libro no llega tanto a causa de la impresión sino del esfuerzo que la obra significa. Por un lado el esfuerzo del escritor, pero también la necesidad del trabajo editorial muy de cerca con el autor así como el trabajo de marketing, que es una de las herramientas para que el escritor desconocido pueda encontrar su propio lugar.

El interés que ha empezado a despertar estos últimos años la ciencia-ficción en el público en general es algo que también le interesa. Él dice que una buena película o serie de televisión puede traer muchos fans a interesarse por nuevos libros, una mala película en cambio evitaría que esto ocurra. El principal problema es una película mediocre que simplemente da al público una mala impresión de lo que es la ciencia-ficción.

Para finalizar conversamos sobre uno de los temas que está en constante discusión entre los fanáticos, y es la existencia de numerosas secuelas de los libros más queridos, como por ejemplo lo es la saga de Ender. La respuesta de esto por parte de Doherty fue sencilla. Los lectores encuentran entre los libros y los personajes a amigos cercanos, y a todos nos gusta pasar el tiempo con los amigos.

Finalmente llegó la hora de despedirse después de una agradable conversación. Nos pidió que lo visitemos si estamos por New York, y durante la conferencia pasaremos a escuchar y a saludar a uno de los editores de ciencia-ficción más importantes del género además de una persona muy agradable.

Miguel Esquirol Ríos
© Miguel Esquirol Ríos, (1.659 palabras) Créditos
*Comentar este artículo
 

Para una referencia más amplia sobre ENTREVISTA CON TOM DOHERTY puedes consultar:
StartPage DuckDuckGo Qwant MS Bing Google Yahoo
Este artículo ha sido leído 924 veces desde el 12/07/09

Las opi­nio­nes expre­sa­das en los ar­tí­cu­los son de exclu­si­va res­pon­sa­bi­li­dad del co­la­bo­ra­dor fir­man­te, y no re­fle­jan, sal­vo ad­he­sión explí­ci­ta, los pun­tos de vis­ta del res­to de co­la­bo­ra­do­res ni de la ad­mi­nistra­ción del Sitio.

El Sitio no recopila datos de los navegantes y (casi) no usa cookies.ExplícameloTe creo