
Radiación correspondiente a la parte del espectro electromagnético comprendida entre las microondas y la luz visible. Posee una longitud de onda comprendida aproximadamente entre los 30.000 y los 780 nanómetros, lo que la convierte en una radiación de energía media. La radiación infrarroja se abrevia normalmente como IR.
En química, el infrarrojo encuentra aplicación en la determinación de la estructura de moléculas, ya que su interacción con éstas incrementa su vibración. Infrarrojo es un sinónimo de calor, y los rayos infrarrojos no son sino calor radiante, de modo que la aplicación más importante de los infrarrojos es precisamente la detección de fuentes de calor. Existen también varios satélites cuya función es detectar fuentes de infrarrojo en el espacio, como nebulosas o protoestrellas, ya que la radiación infrarroja es bloqueada por el vapor de agua y el anhídrido carbónico de la atmósfera. Un detector de calor tiene obvias aplicaciones militares, y los sistemas de detección de infrarrojos (rastreadores térmicos) son parte estándar de cualquier sistema de armas, ya que es posible detectar todo tipo de vehículos gracias al calor emitido por sus motores.
La ciencia-ficción hace uso generalmente de esta última característica, quizás la más vistosa. Una de las imágenes más impactantes de la película DEPREDADOR es el seguimiento de las víctimas a través de un rastreador térmico.