Se trata de un soporte para el almacenamiento de datos de forma circular, que puede ser metálico o de plástico, y cuya superficie está magnetizada de forma que sea posible grabarla, y leerla mediante unos cabezales de tecnología similar a la de las cintas de cassete.
En esencia se trata de alterar la polaridad de un punto concreto, así, resulta sencillo grabar el código binario asignando, por ejemplo, una polaridad positiva a cada 1 y negativa a cada 0.
Los dos tipos principales que utilizan esta tecnología son los discos duros y los discos flexibles
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