
Partícula elemental del grupo de los leptones carente de carga y de masa desconocida. La existencia de los neutrinos fue propuesta en 1931 por el físico alemán Wolfgang Pauli como explicación a la aparente falta de energía observada en procesos de desintegración de átomos radiactivos. Según Pauli, junto con las partículas emitidas por el núcleo se desprendía otra, cuya energía era precisamente la que faltaba. El italiano Enrico Fermi sugirió para la partícula el nombre de neutrino (un neutrón pequeño). Ciertos procesos posteriores han demostrado que el neutrino debe existir, y aunque su existencia permite salvar varias leyes de conservación en varios fenómenos bien conocidos, como son la conservación del espín y la conservación de la energía, también genera más interrogantes que los que responde.
Los procesos más importantes de conversión de protones en neutrones son los que tienen lugar en las reacciones nucleares de fusión en las estrellas. Las estrellas emiten constantemente un enorme flujo de neutrinos procedente de la conversión de hidrógeno en helio, y se calcula que una estrella como el Sol pierde gracias a ellos un 6 u 8% de la energía que genera. Además, la desintegración de los neutrones (que no son estables fuera del núcleo de un átomo) genera también antineutrinos (toda partícula tiene su antipartícula, y los neutrinos no son una excepción). Así que en teoría sería posible detectar tanto los neutrinos como sus antipartículas
Al carecer los neutrinos de carga y prácticamente de masa, no interaccionan con la materia. Un neutrino podría atravesar un espesor de 100 años-luz de plomo sin tener más allá de un 50% de probabilidades de ser detenido. Los neutrinos que se generan en las estrellas son expulsados sin problema, y como vemos son partículas muy elusivas. Los experimentos llevados a cabo desde los años 50 han permitido detectarlos, pero curiosamente, no en cantidad suficiente. Es decir, aparentemente faltan neutrinos, o nuestros conocimientos sobre el funcionamiento de las estrellas están muy equivocados.
Existen ciertas hipótesis que indican que el fallo en los experimentos de detección tiene que ver con el hecho de que en realidad hay varios tipos de neutrinos, con energías distintas. Por otra parte, sigue sin saberse exactamente si el neutrino carece totalmente de masa o si simplemente es muy pequeña. Los neutrinos, que deben existir en un número enorme, podrían ser la famosa materia oscura que falta.
Los autores de ciencia-ficción han especulado ligeramente con estas partículas. El caso más notable es el de Larry Niven, que en obras como LA PAJA EN EL OJO DE DIOS dota a sus naves de dispositivos capaces de encontrar generadores de fusión nuclear por detección de los neutrinos que generan. En MUNDO ANILLO Niven aún se atreve a ir más allá, y crea para el mundo anillo un nuevo supermaterial tan denso que sólo un 60% de los neutrinos pueden atravesarlo. Por lo que sabemos, los neutrinos podrían atravesar el neutronio que forma los púlsares sin demasiados problemas.
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