Escritor a sueldo de una editorial o de otro escritor de renombre que se encarga de completar o escribir íntegramente obras que finalmente acabarán publicándose con la firma de un tercero decidido por la editorial, o por el mismo escritor de renombre.
Como simple herramienta está muy mal visto su uso en todos los círculos literarios y a cualquier nivel. Sin embargo, cuando a un autor se le exige cada vez más cantidad y calidad a la vez, no debe resultar extraño que éste se rodee de un equipo de colaboradores que se encarguen de la documentación y redacción de pasajes más o menos técnicos, o simplemente, de sacar adelante obras para cumplir plazos de entrega y contratos.
Es conocida una anécdota entre los Dumas en la que encontrándose ambos por las calles de París, el padre le preguntó al hijo; ¿Qué? ¿Ya has leído mi última novela? a lo que el hijo le respondió: Sí, la he leído. ¿Y tú? ¿La has leído ya?
En los tiempos que corren, en los que se endiosa a los directores de cine cuando tras ellos hay una ingente labor de equipo o a arquitectos que sin su oficina técnica estarían perdidos, denostar a un autor porque se auxilia de negros, al menos en el plano de la literatura de consumo, es una muestra de hipocresía cultural.