Hay desperdigados por la red una buena cantidad de estudios y artículos que desgranan en profundidad aspectos puntuales del género. Aunque muchos de ellos se integran en revistas o webs no pocos están publicados por separado en otros formatos, lo que hace más cómoda su lectura en movilidad. En esta sección se presentan una buena cantidad de ellos, que esperamos sean de vuestro agrado.

El malo malvado en la ciencia-ficción
Como contrapunto del héroe heroico (y por lo general cachas, abnegado, de altos valores éticos y vida ordenada) el malo en las obras de ciencia-ficción, y de cualquier género sin excepción, es el contrapunto especular que el bueno debe enfrentar para alcanzar sus objetivos. Por su naturaleza, un buen malo da profundidad y solidez a una historia, permitiendo al héroe brillar. Desde Ming a Darth Vader, pasando por Khan o las máquinas de Bendford su mera mención nos han hecho temblar a lo largo de los años.

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(SdCF, 08/02/2024) Hace veinte años se celebró en la ciudad de Getafe, Madrid, Xatafi 2003, la XXI Hispacon. Entre sus actividades se contó con la celebración de la primera Hispacon virtual de la historia. Las tecnologías de la época eran aún relativamente primitivas y no destacaban por su espectacularidad, pero ayudaron a que, por primera vez, autores y aficionados de ambos lados del charco se pudieran poner en contacto en riguroso directo mediante un chat en el que unos y otros hacían y respondían preguntas, en un a modo de entrevista improvisada. Nada de audio, y menos aún vídeo, sólo texto puro y duro.
Aunque aquellos chats, en un principio, se perdieron, con el tiempo, se recuperaron algunos que varios aficionados habían guardado por su cuenta, y años más tarde, como en la mejor tradición de las historias de aventuras, apareció un polvoriento CD-ROM traspapelado con el código de los textos de la mayoría de las entrevistas.
Aunque están accesibles en línea (https://sdcf.es/r.htm?XatafiVirtual2003) este volumen recopila todas ellas, y nos permite volver al pasado y revisitar como era el panorama de la ciencia-ficción Hispanoamericana de la época.

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Jugadores, juegos y ludopatía en la ciencia-ficción
En su intento de recrear sociedades futuras la ciencia-ficción ha tocado todos los aspectos de las presentes, transformándolo y proyectándolos cientos, miles de años en ese futuro con la intención de hacer más creíbles los escenarios en los que sitúa las aventuras de los protagonistas. De ahí que sean tan frecuentes las apariciones de juegos, deportes y torneos que retuercen deportes y juegos actuales hasta convertirlos en remedos más o menos creíbles.

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Distopías dentro de utopías
Las utopías nos suelen regalar una serie de predicciones optimistas sobre lo bien que irá el futuro, tanto en la Tierra como más allá, en el espacio, pero no se si por suerte o por desgracia, esas fachadas bonitas, esos colores brillantes acabaron por dar que pensar a más de un creador, y sin tener que ir muy lejos, bastaba con echar un ojo alrededor y comprobar como es la realidad, les hicieron reflexionar y plantearse que había más allá de esa estética fastuosa.

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Veinticinco años en línea
Como la vida misma el Sitio va quemando etapas y años con cansina consistencia. Un hito detrás de otro. Que llegara a su primer año ya fue toda una sorpresa hasta para mi. No dejaba de ser un experimento de programación para cacharrear con nuevas, quien lo diría ahora, tecnologías, y por aquel entonces, digamos, que vivía la vida. Luego efeméride tras efeméride, cinco años, diez (con celebración fastuosa incluida), quince (con otra fiesta no tan fastuosa pero si más cálida), mil semanas de actualizaciones consecutivas, veinte años (ya sin fiesta, que en Madrid en enero hace mucho frío y yo ya estoy para sopitas) y ahora los veinticinco años de presencia ininterumpida en la red.

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Héroes de una pieza
Toda historia, toda aventura, necesita un héroe. Un personaje sobre el que pivote la narración y le de sentido, protagonizando y sirviendo como enlace entre las diversas situaciones que el autor decida plantear y que sirva de referente moral para ubicar al resto de los personajes. Desde los héroes mitológicos, los héroes han sido ejemplos a seguir. Esa es quizá, más allá de sus actos, su principal característica. El héroe tiene un marcado sentido educativo, los héroes no nacen, a los héroes se les crea. A partir de situaciones extraordinarias, un comportamiento en línea con las lecciones morales que se desean impartir, hacen sus actos grandiosos hechos épicos, dignos de ser narrados e imitados.

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Durante la primavera del 2020 la humanidad, como colectivo, vivió su experiencia más traumática desde la Segunda Guerra Mundial. El virus SARS-CoV-2 se extendió por toda la Tierra causando centenares de miles de muertos, y estragos en la economía a causa de las medidas de confinamiento y aislamiento que se debieron tomar para frenar la propagación del virus, ante la total ausencia de fármacos y vacunas que lo detuvieran.
Durante el confinamiento, se generó una enorme cantidad de literatura y material audiovisual al respecto, desde experiencias personales de cómo se estaba pasando el encierro, hasta análisis sobre la naturaleza del virus, como y en quien se cebaba con más saña, o el modo de atacarlo. Pero también sobre la forma en la que se había previsto y prevenido la pandemia, como se gestionaba y cuales serían las consecuencias y responsabilidades una vez que se superara el aspecto puramente médico.
En ese periodo, la portada del Sitio estuvo ocupada por una serie de artículos en los que F. J. Súñer relacionaba estos aspectos con diversas obras del género que, de forma más o menos acertada, habían abordado temas similares. Por su parte Antonio Quintana desarrolló en una serie de artículos, muy pegados a la realidad, su parecer sobre varios aspectos de la sociedad y la actuación de las autoridades durante este periodo.
En este volumen, ya disponible en la Biblioteca del SdCF, se recopilan estos escritos, que no obstante siguen disponibles en la web.

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Humanos sintéticos
En novelas como RUR, películas como BLADE RUNNER, o largas sagas como la de Dune, se nos habla de seres fabricados
pero sin especificar exactamente como. Se daban algunas pistas vagas, e incluso alguna descripción no muy detallada, pero se dejaba todo en el aire. Sin embargo, durante éstas últimas décadas se han desarrollado tecnologías que apuntan en esa dirección: desde la ingeniería genética hasta los úteros artificiales, pasando porque cualquier célula, sin ser necesariamente un gameto, podría ser usada para la reproducción. Las implicaciones demográficas y éticas de estas tecnologías son muy amplias: ¿se controlaría más estrictamente la cantidad de nacimientos? ¿tendrían la consideración de humanos
los seres creados a partir de estas tecnologías? ¿la expansión humana en el universo sería a partir de expediciones no tripuladas que fabricaría
la población a demanda mediante estos métodos?

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El gran hermano en casa
Hasta ahora, somos sistemáticamente espiados a través del móvil, el ordenador y la televisión. A mi, por ejemplo, me resulta irritante que cada vez que accedo a Google a buscar cualquier tontá, éste sepa con demasiada precisión donde estoy. Si, con población y código postal incluidos. Cada vez que accedo al menú de MoviStar+ tengo una lista con todo lo que he visto en los últimos días, y otra basada en la anterior con las cosas que probablemente me interese ver. Por supuesto, WhatsApp, esto es, Facebook, se sabe al dedillo quienes son tus personas más afines y queridas.

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Compacto siglo XXI
La ciencia-ficción de la Edad de Oro, y de hecho toda la ciencia-ficción del siglo XX, se estructuró básicamente en la premisa de que el siglo XXI traería muchas y muy grandes novedades a la humanidad. No todas ellas positivas, desde el advenimiento del ciberpunk (y bastantes Apocalipsis antes) la idea que se instaló sobre ese siglo XXI por venir era escalofriante. Cuando no se trataba de una Tierra arrasada por múltiples desgracias, a cual más terrorífica, era una sociedad esclavizada por pérfidas multinacionales que, por otro lado, no quedaba muy claro como se financiaban si mantenían a la población sumida en la miseria.

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Grande, enorme, gigantesco
Las Cosas Muy Grandes siempre han marcado la imaginación de los escritores y guionistas, y he creído que este aniversario tan redondo es un buen momento para hacer dar repaso a alguna de esas Cosas Enormes que han poblado la ciencia-ficción.

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La política en la ciencia-ficción
Aunque pudiera parecer lo contrario, en la ciencia-ficción, por regla general, se ha hablado relativamente poco de política. En la mayor parte de las ocasiones o bien se tratan las maldades de dictaduras más o menos represivas, las vidas ejemplares de los luchadores contra esas dictaduras o, por otro lado, se incide más por el lado de la diplomacia. Pueden parecer cosas similares, pero la política trata de como se gestionan las cosas internas y la diplomacia de las relaciones con el exterior.

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Sexo y cohetes
Cuando las hormonas empiezan a hacer de las suyas las áreas de interés van desplazándose hacia otros aspectos de las historias, ya no basta con que los colores sean chulos, también empieza a contar como y de que manera se distribuyen, los personajes planos no dan respuestas a las incipientes preguntas del adolescente, empiezan a ser necesarios referentes arquetípicos que sirvan de guía, y entre esas nuevas inquietudes está, sin duda, ese urgente interés por el sexo opuesto.

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El futuro en que vivimos
No se cuando fue, desde luego que hace ya un buen montón de años, pero un día me di cuenta que vivía en el futuro. En algún momento de mi vida había traspasado la línea y me encontraba en uno de esos mundos que describían las novelas de ciencia-ficción que devoraba con pasión.

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Futuro negro
Siempre he sostenido que los autores de ciencia-ficción, por mucho que profundicen en el futuro que nos espera, nunca deben ser considerados como profetas de ese futuro. Ellos se limitan a ver su presente y, asombrados o consternados por lo que les rodea, imaginarse donde puede acabar la humanidad de persistir en los errores y excesos que día a día nos envuelven.

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Nuevas formas de ver la ciencia-ficción
No obstante, la ciencia-ficción sigue vigente de otras formas, esa ambientación de la que hablaba es atractiva e impregna una buena cantidad de cómics y películas, y aunque en la televisión también esté de capa caída, series como Doctor Who o Fringe hacen, cada una en su ámbito, por mantener alto el pabellón, aunque no dejan de ser excepciones.

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El potencial educativo de la ciencia-ficción
Un colega de profesión me contó que un día leyó a sus alumnos una frase de Tolstoi, y a continuación les preguntó su opinión. Se produjo entonces un silencio violento; hasta que uno, visiblemente azorado, dijo: Es que no hemos visto la peli de Toistori
. Podría ser un chiste, pero no lo es. El grado de incultura general, incluidos los universitarios, es escalofriante.

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¿Cómo nos ven los medios?
Una anécdota recurrente que cuento cada vez que surge (y también cuando no surge, que uno ya va para yayo y le está empezando a encontrar gusto al cebotillismo) transcurre durante los preparativos del la fiesta que conmemoró el décimo aniversario del Sitio. Una tarde recibí una llamada un tanto deslavazada de una becaria de TeleMadrid que no supo explicarse o le dio demasiada vergüenza desvelar la verdadera misión que le había encomendado su jefe. La cosa quedó en el aire hasta que el mentado me llamó en persona para preguntarme por la fiesta, cual sería su orientación y ¡si íbamos a ir disfrazados! Cuando le contesté que de disfraces nada, que sólo se iban a reunir un grupo de amigos a beber, comer y charlar, se quedó un tanto pensativo y volvió a insistir sobre el tema de los disfraces, al confirmárselo me felicitó muy amablemente por el largo recorrido de la web en la red y si te he llamado no me acuerdo.

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La ¿muerte? de la ciencia-ficción
2008 fue un año difícil, no solo por la crisis que ha demostrado que la globalización golpea... globalmente, sino porque también ha sido el año en el que murió la ciencia-ficción, o al menos se la quiso dar por muerta y enterrada. Incluso se quiso reinventar parte de ella, el soft de toda la vida, para adueñarse de sus aspectos más reflexivos, ponerles un collar nuevo, llamarlos galgos en vez de podencos, y de paso volver a recurrir al cómico recurso de echar la culpa de todo lo malo, y también lo peor, al fandom. Afortunadamente nada de esto ha ocurrido, el género no está en su mejor momento, eso es indiscutible, pero de ahí a considerarlo desaparecido hay un trecho considerable.

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El premio Domingo Santos nace en 1992 y es convocado anualmente por la organización de cada respectiva HispaCon o Convención Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror, evento que, a su vez, es concedido por la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror (AEFCFT). El premio toma su nombre del prestigioso divulgador, escritor, antólogo y director de publicaciones Domingo Santos, seudónimo de Pedro Domingo Mutiñó.

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El premio Philip K. Dick fue instituido por iniciativa de Thomas M. Disch en 1982, y se otorga a novelas publicadas por vez primera en los EE.UU. en edición de bolsillo. Este extraño requisito es una manera de honrar al escritor que da nombre al premio, ya que muchas de sus obras más famosa fueron publicadas en ese formato. El objetivo del premio es promocionar aquellas obras de buena calidad editadas en un formato considerado de baja calidad y de consumo masivo.

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Los Premios Locus fueron creados en 1971 por Charles N. Brown, editor y director de la revista Locus, la publicación informativa más importante de ámbito mundial sobre literatura fantástica. Son concedidos anualmente para obras publicadas el año anterior por votación popular entre sus lectores, quienes representan el abanico más amplio de profesionales y lectores teóricamente bien informados del planeta; en sus últimas ediciones han sido anunciados durante la Westercon, celebrada en la señalada fecha del 4 de julio.

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En 1987 comenzó a ser otorgado el premio Arthur C. Clarke, un galardón concedido por un jurado de expertos procedentes de la British Science Fiction Association (BSFA), de la Science Fiction Foundation de la Universidad Politécnica del Norte de Londres, y de la International Science Policy Foundation. El premio, que es reconocido por su calidad literaria, consiste en una cantidad de 1000 libras y una placa conmemorativa.

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Los Premios Sidewise se entregan desde 1996 para trabajos publicados el año anterior. Se denominan así en honor al relato de Murray Leinter SIDEWISE IN TIME en el que extensas zonas del planeta y debido a una tempestad cambian con otra Tierra alternativa.

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Robótica
Mientras los sueños se escapan por la chimenea la realidad entra por la ventana. Esta ha sido una constante de la ciencia-ficción a lo largo de su historia, los maravillosos inventos que prometían un futuro lleno de bienestar y comodidades o no se han materializado o lo han hecho de formas impensables por sus creadores, y en cualquier caso, otros muchos han aparecido sin que nadie hubiera tenido la clarividencia de preverlos.

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Aficionados o profesionales
La gran diferencia entre los medios profesionales (es decir, aquellos que obtienen ingresos a beneficio de sus propietarios y pagan a sus colaboradores) y los aficionados (que pueden obtener algún tipo de ingreso, o no, con la única intención de autofinanciarse, y en modo alguno remuneran a sus colaboradores) es que los primeros tienen claras obligaciones, tanto hacia sus propietarios, que hacen de ellos un vehículo de sus propias inquietudes y necesidades, como hacia sus clientes, que exigen un rigor y unos acabados que, al menos en apariencia, le den ese marchamo de profesionalidad.

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Asociacionismo
El asociacionismo no es algo que me haya atraído nunca. Quizá porque tengo la tendencia a ser autosuficiente o porque raras veces le veo el beneficio directo o diferido, nunca me suelo involucrar con grupos que tengan otra clase de inquietudes que vayan más allá de las deportivas o puramente lúdicas. Dicho así puede parecer bastante egoísta, existen cientos de grupos dedicados a hacer la vida más llevadera al prójimo, pero no estamos hablando de eso, sino del asociacionismo enfocado hacia el fomento de actividades culturales.

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El humor en la ciencia-ficción
Donde más influencia haya tenido el humor en la ciencia-ficción haya sido en su vertiente televisiva; desde Star Trek hasta Babylon 5, han recurrido al humor para perfilar la personalidad de sus personajes o rebajar la tensión dramática de alguno de sus episodios, por no hablar de las directamente concebidas como comedias como Enano Rojo o Quark, la escoba espacial.

(sdcfcom.especial08aniv.epub) 65.057 Bytes
El panorama editorial dentro del género
Volviendo la mirada atrás y dando un vistazo al presente, da la sensación, de que la pirámide editorial española ha proseguido, en los últimos decenios un asentamiento generalizado. Hacia el otro lado, hacia el futuro, creo que lo mejor, lo más emocionante, esta por venir, justo a la vuelta de la esquina.

(sdcfcom.especial07aniv.epub) 60.934 Bytes
Las publicaciones electrónicas
Ante la facilidad de difusión que ofrece Internet, queda preguntarse por la posición en la que quedan los tradicionales libros, revistas y boletines en papel; ¿ha llegado el principio de su fin? ¿son todo ventajas en las publicaciones electrónicas? ¿habrá un nuevo salto generacional entre los usuarios de la palabra electrónica y la palabra impresa?

(sdcfcom.especial06aniv.epub) 63.717 Bytes
La influencia de Internet
Hace años La Red, así, con mayúsculas, era para el aficionado otro elemento más de ese futuro maravilloso que se le mostraba en las obras del género. La Red era un ente misteriosos, poblado de personajes marginales de extraño lenguaje y más extraño aún comportamiento, perseguidos por mafias y megacorporaciones ante las que se alzaban como un moderno David, cambiadas las hondas de tripa de cordero por ondas electromagnéticas y armados sólo de su inteligencia y algunos destartalados ordenadores.
Nota SdCF: El 2002 fue el primer año donde se convocó el especial aniversario. No existen, por tanto, el primero, segundo, tercero y cuarto.

(sdcfcom.especial05aniv.epub) 62.209 Bytes