
Los robots creados por Isaac Asimov basaban su racionicio y su inteligencia en un cerebro artificial denominado por el autor cerebro positrónico. Tal como se describe en sus relatos, el cerebro positrónico, de tamaño similar al humano y ubicado en la cabeza de los robots, estaría compuesto por una delicada malla de platino, y los impulsos cerebrales (el equivalente a las comunicaciones interneuronales) se realizarían mediante un flujo de positrones, lo que justificaría su nombre.
Evidentemente los cerebros positrónicos son pura invención de Isaac Asimov, y desde luego resulta difícil admitir que unas antipartículas como los positrones pudieran interaccionar con la materia normal (el platino que formaba la malla cerebral) sin destruirla instantáneamente. A pesar de ello la expresión cerebro positrónico tuvo éxito, siendo empleada no sólo por el propio Asimov en todos sus relatos de robots, sino asimismo por otros autores, siendo hoy en día todo un clásico en la literatura del género.