_lasaga2.gif_person.gif
Octavio Ferrer Vicent

Tiempo estimado de lectura: 44 seg

Joven ingeniero valerano, autor de un proyecto para bombardear el sol ultravioleta, existente en el centro del interior hueco de Redención, con mil quinientos proyectiles cohete cargados con una compleja mezcla de gases la cual, según sus cálculos, debería provocar la transmutación de éste en un sol apto para la vida humana a la par que mortal para los hombres de silicio, lo que acarrearía el final de la larga e indecisa guerra entre ambas especies por el control del planeta Redención. Tras una frenética actividad durante seis meses en las factorías de Ciudad Mecano los cohetes fueron terminados, tras lo cual el profesor Ferrer procedió a comunicar a sus subordinados el fin al que estaba destinado el fruto de su trabajo.

Tras disfrutar de unas breves vacaciones en Solima, se integró junto con Maruja Goyoaga y el resto de los ingenieros de su antiguo equipo, en la denominada División X, la unidad creada ex profeso para realizar la proyectada transmutación tras perforar un túnel en la corteza de Redención con objeto de poder trasladar los proyectiles a su interior hueco. Pese al tenaz bombardeo de los hombres de silicio, gracias a la protección del ejército y la armada valeranos logró llevar a cabo su proyecto, lo que significó la extinción definitiva de esta raza enemiga de la humanidad y la conquista de ambas caras del planeta Redención, tanto la exterior como la interna. Concluida la guerra contrajo matrimonio con Maruja Goyoaga, recibiendo del gobierno valerano el encargo de proveer al interior de Redención de una atmósfera respirable que facilitara su colonización (DIVISIÓN EQUIS).

José Carlos Canalda
© José Carlos Canalda,
(264 palabras) Créditos
*Comentar este artículo
 
Este artÃÂ�culo ha sido leído 310 veces desde el 12/01/08

Las opi­nio­nes expre­sa­das en los ar­tí­cu­los son de exclu­si­va res­pon­sa­bi­li­dad del co­la­bo­ra­dor fir­man­te, y no re­fle­jan, sal­vo ad­he­sión explí­ci­ta, los pun­tos de vis­ta del res­to de co­la­bo­ra­do­res ni de la ad­mi­nistra­ción del Sitio.

El Sitio no recopila datos de los navegantes y (casi) no usa cookies.ExplícameloTe creo