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La gran historia de las novelas de a duro, 31
Las otras colecciones de la editorial Toray: Ciencia-Ficción, Segunda Edición
por José Carlos Canalda
ESPORAS INFERNALES

En 1967, el mismo año en el que Toray cerró la colección Ciencia-ficción —me refiero, lógicamente, a la primera llamada así—, puso en el mercado otra homónima que, pese a la coincidencia de nombres, nada tenía que ver con ella, no sólo en la numeración —comenzó desde el número 1—, sino también en el formato y en sus planteamientos.

Para empezar, el formato de la nueva Ciencia-ficción era ya, no sólo el típico de los bolsilibros —150x105 milímetros y 124 páginas—, sino además idéntico en todo, excepto en el logotipo, al de la hermana colección Espacio, de la que en nada se diferenciaba; por supuesto, los autores fueron también los mismos firmando bajo sus seudónimos habituales.

Ahora bien, teniendo en cuenta que el resto de las colecciones de anticipación de Toray siempre se habían diferenciado en algo de Espacio, es de suponer que para abarcar mercados más amplios, ¿qué razón tenía ahora clonar literalmente a su colección principal, y entonces única? La única explicación que se me ocurre es que los responsables de la editorial decidieron doblar la oferta y, ante las dos posibles alternativas de duplicar la frecuencia de aparición de quincenal a semanal, o sacar una segunda colección, también quincenal, que se alternara con la primera, optaron en esta ocasión por la segunda, práctica que sería repetida años más tarde por Bruguera con la colección Héroes del espacio, que complementaba a La conquista del espacio, aunque en esta ocasión hubo también otros motivos. Se trata en definitiva de lo que los expertos en ventas denominan autocompetencia, una práctica antigua en el mundillo editorial español como demuestra el conocido ejemplo, también de Bruguera, de El Capitán Trueno y El Jabato, sin ir más lejos.

El caso es que esta nueva ciencia-ficción tuvo bastante más suerte que sus predecesoras, ya que se mantuvo hasta que en 1972 Toray decidió suprimir todas sus colecciones de bolsilibros llegando hasta los 132 números, bastantes más que el resto de las colecciones, excepción hecha claro está de la longeva Espacio.

EL PASAJERO

Como ya he dicho esta colección no se diferenciaba lo más mínimo de Espacio, cabiendo suponer que los originales se asignaran a una u otra colección poco menos que a voleo, tal como ocurría —de eso sí tengo constancia— en las dos colecciones de Bruguera, al menos desde que se suprimió la condición de para mayores de 18 años de Héroes del espacio o, mejor dicho, se consideró también como tal a La conquista del espacio.

Conviene recordar, ahora que estamos considerando la apariencia de estas novelas, que Espacio pasó por varios diseños distintos —básicamente tres— a lo largo de su existencia, por lo que en esta ocasión me estoy refiriendo específicamente a su última etapa, con ilustraciones que ocupaban la totalidad de la portada y el logotipo de la colección, el título y el seudónimo del autor sobreimpresos en ellas. Ciencia-ficción repitió este modelo, sustituyendo el logotipo de Espacio —una estrella estilizada de ocho puntas— por un pequeño robot con la letra E de Ciencia inscrita en el pecho. Este robot, por cierto, también sería utilizado, cambiándole la E por una O, en la colección de novelas gráficas Robot 76, asimismo de Toray, publicada en 1967 —tan sólo alcanzó los 16 ejemplares— y por lo tanto contemporánea del inicio de Ciencia-ficción. Este formato se mantendría prácticamente idéntico hasta el fin de la colección, sin más modificación, hacia la mitad de ésta, que una reducción del tamaño del rótulo identificativo de la colección, que pasaría de tener incrustado al robot en la letra E a aparecer en un cuerpo mucho menor debajo de éste.

En cuanto a los títulos publicados todas las fuentes consultadas, tanto los estudiosos de la literatura popular española como Jesús Cuadrado, Ramón Charlo o Jorge Tarancón, como la página de La Tercera Fundación coinciden en fijar su número en 132, aunque al igual que ocurriera con Espacio el final de la colección fue bastante caótico y resulta muy difícil encontrar los últimos ejemplares ya que su distribución, al menos en España, fue muy irregular.

De estas 132 novelas 57 son de Luis García Lecha (30 firmadas como Clark Carrados y 27 como Louis G. Milk), 47 de Pedro Guirao Hernández (41 como Peter Kapra, 5 como Walt G. Dovan y 1 como Phil Weaber), 8 de Lucky Marty (Jesús Rodríguez Lázaro), otras 8 de Enrique Sánchez Pascual (5 como Law Space y 3 como H. S. Thels), 3 de María Victoria Rodoreda (2 como Vic Logan y 1 como Marcus Sidéreo), 2 de Octavio Enguita Iguarbez (Roy Rowan), 2 de Carlos Petio (Carlo di Pietro), 1 de Juan Gallardo Muñoz (Addison Starr), 1 de Fernando López Quirós (Robert Keating), 1 de Enrique Martínez Fariñas (Max Cardiff), 1 de Salvador Dulcet Altés (Roy Silverton) y 1 de Manuel López Casanovas (Manloe Cassy).

LA HORA DE LAS CÉLULAS

De todas las novelas de la colección la mayor parte de ellas son originales. A partir del número 70 se publicaron algunas reediciones procedentes de otras colecciones anteriores; no demasiadas, 13 de Espacio y una más de Espacio Extra —ninguna, pues, de su predecesora homónima—, que aparecen salpicadas entre los títulos originales. ¿Pudieron deberse éstas a una carencia momentánea de originales? Aunque nada puedo afirmar al respecto me parece una explicación plausible, dado que la práctica habitual de Toray, a diferencia de otras editoriales como Andina, solía ser ajena a las reediciones.

La colección contó además con dos reediciones parciales, una española y otra portuguesa. La primera fue la del país vecino, que en 1972 —el mismo año de su cierre en España— editó cuatro novelas, todas ellas escritas por Luis García Lecha, dentro de la colección Kizola, que no era específica de ciencia-ficción puesto que en ella se alternaban diferentes géneros literarios. La segunda fue la de la sempiterna colección Galaxia 2001, en la que aparecieron 54 de los 132 títulos.

Poco más es lo que puedo añadir de esta colección que, sin ser de las más importantes del género —siempre se mantendría a la sombra de Espacio—, sí proporcionó a los aficionados una notable cantidad de novelas.

Títulos publicados de Ciencia-ficción (segunda época)

Ver listado de títulos de la colección Ciencia-ficción (segunda época)

José Carlos Canalda
© José Carlos Canalda, (4 palabras) Créditos
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