A modo de prólogo

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La Biblia del chisme

Después de algún tiempo vuelvo a presentar en el Sitio un nuevo serial: La Biblia del chisme, de Raúl A. López Nevado, autor que está en racha creativa, acaba de publicar con Juan José Aroz su primera novela; ANTES DEL PRIMER DÍA, y tiene en preparación algún que otro proyecto bastante avanzado pero del que aún es mejor no dar detalles.

Este serial nació a raíz de un boceto de novela que me dio a leer. La verdad es que el argumento y el desarrollo no valían un pimiento, aunque su arranque mantenía una cierta dignidad, según avanzaba se desquiciaba poco a poco para acabar convertido en un despropósito total. Lo peor de todo es que era una novela seria, con cierta pretensión de trascender. Pero aquello de trascendente tenía poco. Tras un primer intercambio de impresiones y la confirmación de que Raúl pensaba igual que yo, el destino de la novela parecía indudablemente un discreto olvido.

No obstante había algo que resultaba paradójico, el puro absurdo en el que se había convertido aquel borrador despertaba de cuando en cuando alguna sonrisa espontánea. Estaba claro que personajes, escenas, desenlaces, no funcionaban en absoluto como drama pero, ¿cómo comedia? En realidad, las comedias no dejan de ser la reducción al absurdo de situaciones más o menos cotidianas a las que se les añade toques caricaturescos que exageran ciertos aspectos ya de por si al borde de la extravagancia. También basta dar la vuelta a una circunstancia para que de grave suceso se convierta en anécdota descacharrante. Aquel proyecto de mala novela tenía situaciones y caracteres al límite de lo grotesco a cada paso. Un simple empujón bastaba para convertir un desastre en algo realmente prometedor.

Sugerida esta reorientación y ponerse Raúl a trabajar con entusiasmo fue todo uno. Muchas veces el problema del autor no es la falta de ideas, sino como orientarlas. Hay historias que se pueden contar de infinitas formas porque siempre van a funcionar, EXCALIBUR y LOS CABALLEROS DE LA TABLA CUADRADA Y SUS LOCOS SEGUIDORES son dos caras de la misma leyenda céltica. Del drama casi histriónico de la primera a la comedia descacharrante en la que la convierte la segunda hay un abismo, sin embargo, en ambos casos el mito artúrico queda retratado con igual pericia. Sin embargo, otras, por muchas vueltas que se les de, solo tienen un camino posible, y el fracaso de ciertas propuestas viene dado por una errónea percepción de sus posibilidades en un contexto que no le corresponde.

Tal y como la planteaba Raúl, la amalgama de intrigas palaciegas, jerarquías religiosas, libros perdidos, extraterrestres terribles, planetas misteriosos y aventureros sin norte tenía un recorrido muy corto, ahora convertida en esta comedieta en tres actos, han encontrado su verdadera razón de ser. Tampoco es que pueda (ni deba) adelantar mucho respecto al argumento, solo hay unos pocos episodios escritos, los justos para tener un remanente por si se presenta algún imprevisto que interrumpa el ardor dactilográfico del autor, y lo cierto es que la nueva orientación algo lo ha cambiado respecto al original, pero baste decir que está contado en primera persona por parte de Hyleas, un robot rumboso perteneciente a la tripulación de la Darlene, un carguero semiamabonado pero aún operativo. Hyleas y Cosme, el segundo de a bordo, descubren casualmente la existencia de un planeta misterioso y embarcan a la tripulación en su busca, con la muy legítima intención de hacerse con ciertos derechos de explotación que les proporcionaran unos buenos dineritos. Que falta les hacen.

A partir de ahí se enfrentarán a siniestros personajes, alienígenas implacables y aventuras sin... bueno, casi mejor que eso se lo vaya encontrando el lector a través de los episodios de este excitante serial.

La portada es cortesía de Jorge Villena, que se ha encargado de dibujarla, y de Diego Moreno, que se ha encargado del entintado y el color. Si os gusta el trabajo de estos dos artistas, no dudéis en seguirlos en su página de Facebook

A disfrutarlo

Francisco José Súñer Iglesias
© Francisco José Súñer Iglesias
(666 palabras) Créditos
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© Raúl A. López Nevado, (552 palabras) Créditos Créditos

Episodio primero... Trivial»


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