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Satélite de Saturno, el tercero en tamaño (1.400 km. de diámetro) después de Titán y Rea. Orbita a tres millones y medio de kilómetros del Planeta, y es el más exterior de los satélites de Saturno a excepción del excéntrico Febe
La principal peculiaridad de Japeto radica en el hecho de que tiene un hemisferio mucho más brillante que el otro. Japeto tiene un período de rotación similar al de traslación, y por ello presenta siempre la misma cara hacia delante según el sentido de su camino orbital; puesto que esta cara corresponde al hemisferio oscuro, se cree que el oscurecimiento se debe a la recogida de material que se encontraba flotando en su órbita, quizá procecente del lejano Febe. El hemisferio opuesto, que corresponde a la cara trasera, conserva por el contrario la superficie original, muy brillante, formada por los hielos que recubren a la mayor parte de los astros del Sistema Solar externo.
Esta diferencia existente entre los dos hemisferios de Japeto fue aprovechada por Arthur C. Clarke en la novela 2001, UNA ODISEA ESPACIAL (no así en la película homónima), situando el monolito construido por los alienígenas responsables de la evolución de la humanidad en mitad de la cara luminosa del satélite, lugar donde concluye el largo viaje del Discovery. En la película, por el contrario, Kubrik cortó por lo sano (nunca mejor dicho) haciendo finalizar el periplo del Discovery en Júpiter y dejando que el monolito flotara libremente en órbita alrededor de este planeta, por lo que Japeto no aparece en ella.
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